Berlín, 13 sep (EFE).- El índice selectivo DAX 30 cerró la semana en positivo, aunque sin llegar a marcar el nuevo récord que lleva rondando desde hace varias jornadas y que sigue establecido en la marca de los 8.557 puntos alcanzados el pasado mayo.
Al cierre de Fráncort, este viernes, el DAX registraba una subida del 0,18 % -o 15,42 puntos- hasta situarse en los 8.509,42 enteros.
Con ello se repitió la evolución de las cinco jornadas pasadas, en las que por momentos parecía iba a escalarse hasta esa franja psicológica, para finalmente quedar avances mínimos o incluso en tablas.
Los analistas coinciden en atribuir esta situación a la falta de un impulso decidido, sea procedente de Estados Unidos o de la propia zona euro.
A ello se une la incertidumbre acerca de los resultados de las elecciones legislativas alemanas, el próximo 22 de septiembre, y mientras los sondeos apuntan a una ventaja cada vez más estrecha de las filas de Angela Merkel frente al bloque opositor.
En este contexto, parece como si fuera a aplazarse el gran momento del nuevo récord a las siguientes semanas, una vez se conozcan las decisiones de la Reserva Federal estadounidense y su política de estímulos monetarias. EFE