Girona, 30 oct (.).- El nuevo director general de la sociedad que gestiona la conexión internacional en tren de alta velocidad entre España y Francia, David Cortés, espera que Renfe y SNCF renueven el pacto para el mantenimiento de esta sociedad, que finalizaba a últimos de 2021 y que prorrogaron un año por la covid.
David Cortés está al frente de Renfe-SNCF en Cooperación, la empresa que actualmente opera dos líneas que conectan Barcelona con París y Lyon, a la espera de doblar próximamente las conexiones, incluido un enlace entre Madrid y Marsella con paradas intermedias en Tarragona y Zaragoza.
La liberalización de operadores en el ámbito ferroviario ha convertido a dos compañías española y francesa en competencia, aunque para Cortés esa situación no debería influir en las negociaciones para renovar el acuerdo sobre el mantenimiento de la sociedad que gestiona el tráfico internacional.
Renfe y SNCF constituyeron en su momento la sociedad que él dirige ahora para gestionar los trenes de alta velocidad que mueven pasajeros de uno a otro país y su director general espera que la cooperación que le da nombre continúe.
Este año se cumple una década desde su puesta en marcha y David Cortés recuerda que tanto la compañía española como la francesa podían dar por concluido el acuerdo comercial a finales de 2021, "pero los dos accionistas decidieron continuar".
Como muestra de que la cooperación, previsiblemente, continuará cita el plan de transporte con el que trabaja la sociedad para 2022, aunque Cortés advierte de que la única información que maneja es la de que Renfe y SNCF "están hablando sobre la continuación".
"Yo solo puedo esperar que la cooperación continúe", puntualiza antes de expresar su punto de vista: "No hay razón para que la competencia existente la excluya".
David Cortés trabaja incluso en proyectos hasta 2023, porque así lo exigen elementos técnicos, y puntualiza que, pese a la liberalización del mercado ferroviario, no conoce a ningún operador interesado en cubrir la conexión entre España y Francia.
"No son líneas fáciles", indica Cortés, quien considera en todo caso que la entrada de un operador traería "más viajeros y sería bueno para los ciudadanos".
Él defiende la sostenibilidad ambiental de una conexión internacional en tren de alta velocidad y reconoce que tanto Renfe como SNCF tienen proyectos para utilizar este valor con el fin de atraer a algunos fondos europeos.
De momento, la pandemia supuso recibir en 2020 solo al 30 por ciento de viajeros habituales, pero la situación ha cambiado en el segundo semestre de 2021 y, en verano, el incremento es de un 20 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
Los pasajeros son mayoritariamente españoles y franceses, lejos del 44 por ciento del total que correspondía a ciudadanos de otros países antes de la crisis sanitaria, pero la tendencia es positiva y lo confirma "un septiembre bueno y un octubre muy bueno".
Los buenos resultados provocan un aumento de rutas, que se doblarán en 2022, con Barcelona contemplada como centro de operaciones en España, lo que David Cortés denomina "hub".
Explica que las correspondencias desde España para enlazar con la alta velocidad internacional pasan mayoritariamente por la capital catalana y que, del mismo modo, los viajeros procedentes de Francia llegan a ella y, desde allí, se desplazan en trenes de la red nacional para visitar otros lugares.
Con la ampliación de rutas, solo quedará pendiente recuperar la que antes de la pandemia enlazaba con Toulouse, aunque Cortés señala que su regreso dependerá de la demanda y recuerda la línea era "difícil" y no respondía "a los objetivos comerciales".
Esos condicionantes hacen que, tras la crisis sanitaria y las dificultades económicas que ha provocado, a los accionistas de Renfe SNCF en Cooperación les haya parecido que no es "responsable" recuperarla.
"Era el tren que se comportaba peor desde el punto de vista comercial, iba de media a menos del 40 por ciento de tasa de ocupación", abunda el director general.