París, 14 jun (.).- El Estado francés ha hecho una oferta a Atos de 700 millones de euros por las actividades que considera estratégicas para evitar que caigan en manos extranjeras en un momento en que el grupo francés está en un profundo proceso de recomposición interno, forzado por la deuda, con resultado incierto.
Atos explicó este viernes en un comunicado que la oferta se refiere a "la adquisición potencial del 100 % de las actividades de Advanced Computing, Mission-Critical Systems y Cybersecurity Products" dentro de su división BDS (Big Data & Cybersécurité).
Desde finales de abril, la Agencia de Participaciones del Estado de Francia formalizó, con una carta a Atos, sus planes para hacerse precisamente con el 100 % del negocio Advanced Computing (supercalculadores necesarios para las armas nucleares francesas), Mission Critical System (sistemas críticos utilizados por el Ejército de Tierra y por el caza Rafale F4), así como los productos de cíberseguridad de la división BDS.
Atos, que dijo recibir esa propuesta "con satisfacción" y aseguró que eso "protegería los imperativos estratégicos de soberanía del Estado francés", precisó entonces que el valor indicativo de esos activos, que en 2023 representaron una facturación de unos 1.000 millones de euros, sería de entre 700 y 1.000 millones de euros.
Un mes después, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, anunció también su intención de tomar el control del negocio de los sistemas de control y gestión de centrales nucleares que tiene Atos, reunido en la filial Worklgrid, que no están en el paquete de la oferta presentada hoy.
Worldgrid desarrolla programas de pilotaje y de supervisión de reactores atómicos, unos servicios que cubren varias decenas de esos reactores en Francia, pero también en Reino Unido, Rusia y China, en total en torno al 15 % de todo el mundo.
De acuerdo con la presentación que hacía la propia empresa en 2023, su plantilla estaba formada por "610 expertos en Francia" y 1.200 en el mundo.
Atos, que en total tiene más de 100.000 empleados, está en pleno proceso de reestructuración y desmembramiento al que se ha visto obligada por los problemas de deuda (unos 4.800 millones de euros) que amenazan seriamente su continuidad.
Su consejo de administración anunció el martes que se decanta por la oferta de su principal accionista, David Layani, asociado con buena parte de los acreedores, en detrimento de la del financiero checo Daniel Kretinsky, para seguir negociando e intentar llegar a un acuerdo definitivo de reestructuración para comienzos de julio.