La Habana, 7 mar (.).- En cuestión de dos meses, Alejandro Gil pasó de ser un peso pesado del Gobierno cubano -ministro de Economía desde la llegada al poder del actual presidente, Miguel Díaz-Canel, en 2018- a caer en desgracia y estar bajo la lupa de la Fiscalía por presuntos actos de corrupción.
El propio presidente emitió este jueves un inusual comunicado en el que anunciaba la investigación contra Gil apenas un mes después de la sorpresiva destitución del pasado 2 de febrero, pese a llevar meses en el disparadero como principal responsable de la política económica de un país sumido en una grave crisis.
El cese se comunicó a apenas horas de la entrada en vigor de una de las primeras medidas de un severo paquete de ajuste para revivir la economía del país caribeño, un alza de más del 400 % de los combustibles, pero que tuvo que ser aplazada a última hora y por un mes debido a un "incidente de ciberseguridad".
El plan, con el que el Gobierno busca dar un volantazo al desempeño de la economía, ni siquiera había sido anunciado por Gil pese a entrar teóricamente en sus competencias. Fue el primer ministro, Manuel Marrero, quien lo anunció por sorpresa a mediados de diciembre pasado.
Entre las medidas se contemplan cuestiones impopulares como los cortes de subsidios, alzas en las tarifas del transporte y de servicios como la electricidad, el agua y en los cilindros de gas licuado, así como el fin del sistema de subvención universal de alimentos para pasar a un esquema de ayudas a personas vulnerables.
El gran plan de choque del Gobierno busca reconducir la economía del país, que cerró 2023 con una caída del PIB de entre el 1 % y el 2 %, un déficit fiscal proyectado para este año del 18,5 % y sin que el turismo llegue a las cifras alcanzadas antes de la pandemia de covid-19.
Cese inesperado
El cese de Gil, al menos en los primeros días, no dio la apariencia de una ruptura total con él. Apenas cuatro días después el exministro recibió una felicitación por su cumpleaños en la red social X de parte del presidente Díaz-Canel.
La acusación en contra el exfuncionario, el perfil gubernamental de más alto nivel que se sentará en el banquillo de los acusados tras la condena a 15 años contra el exministro de Industria Alimenticia Alejandro Roca Iglesias en 2011, ha sido también la cúspide de unas semanas en las que el discurso oficialista en Cuba -replicado por los medios estatales- ha estado centrado en el combate a la corrupción.
Distintas tramas locales han sido destapadas desde entonces y han encontrado eco en medios como la televisión estatal cubana. El caso más abultado hasta la fecha ha sido el de una trama que robó 133 toneladas de pollo congelado de almacenes estatales en La Habana. Medios oficiales hablaron de 1,35 millones de dólares de beneficio ilícito, varios ceses y al menos 30 detenidos.
De igual forma, la confirmación de que el exministro será investigado por corrupción se da al tiempo en el que su hermana, la expresentadora de la televisión estatal María Victoria Gil se encuentra en la isla para grabar un documental sobre el reggae en Cuba.
La familiar del exministro, radicada en España, llamó la atención de muchos recientemente tras varios comentarios en redes sociales en los que aseguró que su hermano estaba muy "dolido" y "decepcionado" por su destitución.
En noviembre pasado también había asegurado que Gil era la "persona más odiada en Cuba" por la situación económica de la isla.
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