Madrid, 21 jul (.).- El fondo estadounidense Angelo Gordon y el grupo hotelero canadiense Westmont Hospitality serán los nuevos propietarios de la cadena hotelera Room Mate, que solicitó el concurso de acreedores el pasado 24 de junio después de autorizar el juzgado de lo Mercantil número 14 de Madrid su venta.
Fuentes conocedoras de la operación han confirmado a Efe la información publicada este jueves por el diario Expansión, que señala que el juzgado ha autorizado en un auto la venta de Room Mate al fondo de inversión y a la hotelera, únicos postores con una oferta valorada en 57 millones de euros.
La jueza Carmen González dice en su auto que "asumiendo las conclusiones de la administración concursal y teniendo en cuenta que la única solución alternativa al concurso de acreedores de Room Mate es la liquidación, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo, de la actividad empresarial y sin mejores perspectivas para los acreedores, ha de concederse la autorización de venta directa interesada".
Además, la jueza señala que "la oferta se realiza por un valor razonable y de mercado, pues se ajusta a la valoración de empresa en funcionamiento realizada por Baker Tilly", que recuerda que ha sido refrendada por la administración concursal.
La transacción debe estar completada antes del próximo 15 de septiembre.
Room Mate presentó la solicitud de concurso de acreedores voluntario con venta de unidad productiva, acompañada de una oferta vinculante por parte de un inversor que planteaba la continuidad del negocio y el mantenimiento de los puestos de trabajo, con lo que el concurso se ha cerrado en menos de un mes.
La compañía, fundada y presidida por Kike Sarasola, había pedido el año pasado una ayuda de 52 millones de euros al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que no le fue concedida.
Fuentes conocedoras de la operación han destacado a Efe que la oferta de compra de Room Mate que ha autorizado la jueza era la mejor posible, pues supone respetar a todos los trabajadores del grupo y que no haya despidos.