El Gobierno irlandés confía en salir de la crisis a golpe de austeridad

Javier Aja

Dublín, 5 dic (EFE).- El Gobierno irlandés presentó hoy unos presupuestos generales para 2013 que calificó de "duros", "justos" y "necesarios" con el fin de reactivar la economía, y que contemplan la aplicación de un plan de ahorro por 3.500 millones de euros.

Con este ajuste, el Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas prevé ahorrar 2.000 millones de euros a través de recortes en el gasto del Estado, mientras que ingresará otros 1.500 millones de euros con nuevas medidas fiscales.

Contra todo pronóstico, el gasto en bienestar social y sanidad se incrementará en 150 millones de euros, hasta los 20.200 millones y 13.600 millones de euros, respectivamente, aunque se reducirán las ayudas que reciben las familias por cada hijo y algunas prestaciones a pensionistas.

"Hay señales claras de que el país está saliendo de su peor crisis", declaró el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, al detallar en el Parlamento el contenido de una cuentas que contemplan, por sexto año consecutivo, más medidas de austeridad.

Entre las nuevas medidas fiscales destaca el llamado "impuesto sobre mansiones", que obligará a partir del próximo julio a los propietarios de viviendas valoradas en más de un millón de euros a pagar cada año el 0,25 % de su valor, mientras que para el resto será del 0,18 %.

Para estimular un sector cuyo colapso en 2007 sumió a este país en una profunda crisis, Noonan destacó que los nuevos compradores de una vivienda en 2013 estarán libres de pagar estas tasas hasta 2016, mientras que los que no están exentos deberán "establecer ellos mismos" el valor de su propiedad, después de seguir unas directrices marcadas por el Gobierno.

Un gravamen sobre la propiedad era una de las condiciones impuestas en el rescate concedido en septiembre de 2019 por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a este país, cuantificado en 85.000 millones de euros.

El programa de ayuda a Irlanda también ha obligado al Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas a eliminar incentivos fiscales sobre las contribuciones de los trabajadores y patrones a la seguridad social (PRSI, sus siglas en inglés), aunque no ha modificado las bandas fiscales para los impuestos sobre la renta.

Así, los autónomos, por ejemplo, se verán afectados por una subida de 247 euros en sus contribuciones anuales a la seguridad social, hasta situarse en 500 euros.

El director del Instituto de Investigaciones Económicas Nevin (NERI), Tom Healy, aseguró hoy a Efe que los presupuestos no son "justos" ni "esperanzadores" pues se ceban con "las familias de ingresos medios-bajos", que, al combinar el nuevo impuesto sobre la propiedad con los cambios en el PRSI, "perderán unos mil euros al año".

"Son unas cuentas regresivas y provocarán un gran 'shock' a la economía. Las medidas de austeridad no servirán para reactivarla, para crear empleo y generar crecimiento económico", señaló el economista.

Para Noonan, no obstante, éstas y otras medidas contribuirán a cumplir en 2013 con el objetivo de déficit público del 7,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) fijado en el programa de ayuda, después de alcanzar este año el 8,2 % de déficit, cuatro décimas menos que lo previsto en el rescate.

Según el ministro, los nuevos presupuestos ayudarán a que el PIB irlandés crezca un 1,5 % en 2013 y un 2,5 % en 2014, cuando el déficit podría situarse el 5,1 %, hasta alcanzar un 2,9 % en 2015, en línea con las directrices marcadas por Bruselas.

Entre las medidas destinadas para estimular la economía, Noonan confirmó el mantenimiento en el 9 % el Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) para el sector turístico durante el próximo año, cuando se esperaba que regresase al 13 %, al tiempo que tampoco se tocará el impuesto sobre sociedades, cuyo valor es del 12,5 % con el fin de atraer inversores extranjeros.

Por contra, se eliminarán las "ayudas fiscales" ofrecidas hasta ahora a los pensionistas con salarios superiores a los 60.000 euros anuales, al tiempo que, dependiendo de sus ingresos, el resto de jubilados se verán privados de ayudas para transporte o las comunicaciones, como el teléfono en la vivienda.

Tampoco se tocará la paga semanal que reciben algunos desempleados mientras buscan trabajo, que sólo la recibirán durante nueve meses, tres meses menos que hasta ahora, una medida encaminada a ahorrar 33 millones de euros en 2013.

En el sector público, el Gobierno también espera abaratar la factura del funcionariado fijando su número en 2013 en 287.000 trabajadores, 33.000 menos que los que había en 2008. EFE