(Actualiza a EC5323 con la posición del Gobierno español)
, 3 jun (.).- El Gobierno mantendrá su impuesto sobre determinados servicios digitales, la denominada "tasa Google (NASDAQ:GOOGL)", mientras no se apruebe otro en el ámbito europeo o de la OCDE, a pesar de la investigación abierta por la Oficina de Comercio Exterior de Estados Unidos.
Fuentes gubernamentales han explicado a EFE que este impuesto no discrimina a ninguna empresa por su nacionalidad y que se aplicará por criterios objetivos, basados en la facturación de las compañías y con la máxima de que se paguen los impuestos allí donde se obtienen los beneficios.
Las mismas fuentes insisten en que está en línea con la propuesta de la Comisión Europea y con las iniciativas ya aprobadas por otros países como Francia o Italia, y recuerdan que el compromiso del Gobierno pasa por adaptar el impuesto español a los acuerdos que se alcancen en el marco de la OCDE.
El proyecto de ley que regula el impuesto digital volvió a ser aprobado por el Gobierno el pasado 18 de febrero, después de que su tramitación decayera con el final prematuro de la anterior legislatura, y mañana pasará su primer trámite en el Congreso, en el que previsiblemente decaerán las enmiendas a la totalidad presentadas, con lo que continuará su trámite parlamentario.
EEUU no solo investigará el proyecto de impuesto de España, sino que también examinará los que ya están en vigor en Austria, Italia, Turquía, India, Indonesia, así como otros que actualmente están en consideración en la Unión Europea, el Reino Unido, la República Checa y Brasil.
No obstante, la oficina comercial, que depende de la Casa Blanca, ha informado a EFE de que, debido a la pandemia del coronavirus "de momento no están programando audiencias públicas en estas investigaciones" y que avisará oportunamente si se convoca alguna.
"El presidente Donald Trump está preocupado de que nuestros socios comerciales estén adoptando mecanismos diseñados para dañar a nuestras empresas. Estamos preparados para tomar todas las acciones pertinentes para defender a nuestros negocios y trabajadores contra esa discriminación", ha explicado la Oficina de Comercio Exterior estadounidense en un comunicado.
En la nota se subraya que estos impuestos pueden estar diseñados con "el propósito de penalizar unas compañías tecnológicas particulares por su éxito comercial".
De probarse que estas medidas fiscales son discriminatorias contra las empresas estadounidenses, Washington podría imponer aranceles comerciales como respuesta.
A comienzos de año, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, amenazó con aplicar un gravamen del 25 % a las importaciones europeas, si en el viejo continente persistía la intención de poner en marcha una tasa a grandes empresas de servicios digitales.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) trabaja en una propuesta internacional en el plantea que las grandes corporaciones tributen donde estén sus usuarios, sin importar el domicilio fiscal de las compañías, aunque ya ha anunciado que estos trabajos se han retrasado debido a la pandemia del coronavirus.
De este modo, grandes compañías tecnológicas como Google, Apple (NASDAQ:AAPL), Facebook (NASDAQ:FB) o Amazon (NASDAQ:AMZN), pagarían una parte de sus impuestos en los mercados donde generan sus beneficios, a las que se ha acusado de recurrir a mecanismos de ingeniería fiscal para radicar su sede en países de baja carga impositiva y reducir así sus obligaciones fiscales.
Ante los desafíos que plantea una economía digital, sector en el que muchas empresas hacen negocio sin tener una presencia física en un país, para la OCDE lo fundamental es que los Estados puedan exigir el pago de impuestos a una compañía desde el momento en que esta obtenga una determinada cantidad de ingresos allí.