Lisboa, 16 abr (.).- El Gobierno portugués prevé que se inyecten este año 430 millones de euros al Novo Banco, entidad surgida del quebrado Banco Espírito Santo (BES) y que, tras perder 1.329,3 millones de euros en 2020, había pedido un refuerzo de capital de casi 600 millones.
La cifra consta en el Programa de Estabilidad para 2021-2025, un documento que esboza las líneas económicas para ese periodo y que fue entregado al Parlamento durante la pasada madrugada.
Según este plan, el Novo Banco recibirá del Fondo de Resolución, un organismo público financiado con aportaciones del resto de bancos portugueses, 430 millones, sustancialmente inferior a las pretensiones de la entidad, que pedía 598,3 millones de euros.
El Fondo de Resolución es propietario del 25 % del Novo Banco, en tanto que el 75 % restante está en manos del fondo estadounidense Lone Star.
En los últimos tres años la entidad ya tuvo que recibir casi 3.000 millones de euros a través de este mecanismo, parte de los cuales procedió de préstamos del Estado porque el Fondo de Resolución no tenía capital suficiente.
La solicitud de una nueva inyección, conocida en marzo, desató una intensa polémica en Portugal, y llevó incluso al primer ministro, el socialista António Costa, a afirmar públicamente que la cifra pretendida por el Novo Banco "claramente sobrepasa" la cantidad que considera debe transferirse a la entidad.