Madrid, 8 jun (.).- El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana plantea reducir el nuevo mapa concesional de servicios de transporte regular de autobús en España en el que trabaja de los 79 contratos actuales a 22, mientras que el número de rutas pasaría de 966 a 510 y el de municipios con paradas, de 1.912 a 495.
El ministerio considera que contratos grandes generan sinergias que van a redundar en mejora de la calidad del servicio, en cuanto a la de los autobuses, al sistema de comercialización de billetes y de atención al cliente, entre otros.
No obstante, fuentes del ministerio aseguran que ningún usuario vaya a ver reducidas sus opciones de viaje, especialmente en la España vaciada, ya que aquellos servicios que queden desatendidos van a pasar a prestarse por las comunidades autónomas, a las que se compensará por ello.
Esto se debe a que muchas concesiones estatales han mantenido la realización de rutas intraautonómicas que, desde el punto de vista competencial de la Constitución, corresponde a que sean prestados por las comunidades autónomas, con las que empezarán ahora reuniones bilaterales para concretar el nuevo mapa.
Se trabaja en un proceso muy participativo en el que ya se ha presentado una primera versión del proyecto que permitirá al ciudadano beneficiarse de importantes mejoras en el servicio o por más frecuencias o por mejores horario y, sobre todo, por mejores tiempos de viaje y reducciones de tarifas.
Precisamente, el objetivo de conseguir que el tiempo de viaje sea competitivo choca en ocasiones con muchísimas paradas intermedias, en las que, en múltiples lugares, no se sube ni se baja ningún viajero.
El nuevo sistema mantendrá el modelo concesional, en el que hay competencia a través de un proceso de licitación y el servicio se otorga en exclusiva, fijando unas tarifas y se establece un número de frecuencias mínimo, que el concesionario puede superar si ve que tiene más demanda.
No obstante, la futura ley de movilidad sostenible, que lo incluye, permite en determinadas condiciones, cunado haya razones que lo justifiquen, que el Consejo de Ministros pueda decidir que algunas rutas pudieran prestarse en libre competencia, aunque, de momento, ninguna empresa ha expresado su interés por ello, de acuerdo con el ministerio.
El Gobierno prevé contratos de una duración máxima de diez años, vinculada a la amortización de los activos y no se plantea fijar cánones a las compañías.
Se espera que, con el nuevo modelo actualizado, la ocupación media de los autobuses pasará de 24 a 34 viajeros por kilómetro, mientras que los precios bajen un 27 %, desde 0,0656 euros por kilómetro y viajero a 0,0477 euros.