París, 21 feb (EFE).- Kering tuvo 50 millones de euros de beneficio en 2013, un 95 % menos con respecto los 1.048 millones que registró en 2012, lo que el grupo francés de lujo y distribución atribuyó esencialmente a las pérdidas que tuvo que encajar por las cesiones de la Fnac, Redcats y La Redoute.
La distribución de acciones de la Fnac tuvo un costo de 256 millones de euros, a los que hay que sumar 562 millones por Redcats, (minusvalías por los resultados de esa venta y depreciaciones de activos) y 315 millones por el compromiso de capitalización de La Redoute a cuenta de sus pérdidas futuras y de la mejora de la estructura de producción, explicó Kering (la antigua PPR) en un comunicado.
Además, eso no incluye el costo de financiación de las garantías sociales de los empleados de La Redoute y Relais Colis que se ven afectados por el plan de modernización que "no puede definirse" por ahora e irá a cuenta del ejercicio 2014, precisó.
Al margen de esos elementos no recurrentes, el resultado neto del resto de los negocios de Kering (los que conserva) bajó un 3,1 % y representó 1.229 millones de euros.
El resultado operativo corriente (el de ese mismo perímetro de actividades) disminuyó un 2,3 , hasta 1.750 millones de euros, lo que significó un margen en términos de facturación del 18 %, cuatro décimas menos que en 2012.
El volumen de negocios, de hecho, subió un 0,1 % en cifras absolutas y un 4 % en comparables a 9.748 millones de euros.
La empresa hizo hincapié en que la distribución geográfica de su actividad le permitió "resistir mejor" a las diferentes situaciones económicas.
A ese respecto, señaló que sus ingresos fuera de la zona euro en términos comparables progresaron un 5,8 % y representaron un 79 % de las ventas (un 38 % en los países emergentes).
El endeudamiento aumentó un 38,2 % durante 2013 para llegar a 3.443 millones de euros a fecha del 31 de diciembre, una evolución que Kering atribuyó a "las profundas transformaciones recientes del grupo", es decir, a la venta de los negocios de distribución y las compras en el sector del lujo.
Sobre las perspectivas, Kering dijo que ha finalizado su transformación, lo que le permite "abordar con confianza el año 2014", que se caracterizará por "un plan de relanzamiento ambicioso de la marca Puma y por el despliegue de planes de acciones para cada una de las marcas de lujo, con el acento puesto en el crecimiento orgánico rentable".
La dirección espera este ejercicio "una progresión de su facturación y de su resultado operativo corriente".