Madrid, 8 sep (.).- La Bolsa española ha perdido esta semana el 0,9 % afectada por las señales de debilidad económica, sobre todo en Europa, y el repunte del petróleo, que puede interrumpir el descenso de la inflación y llevar al Banco Central Europeo (BCE) a aplicar nuevas subidas de tipos de interés.
El IBEX 35, el principal indicador del mercado, cotiza sin rumbo desde los máximos anuales de finales de julio y en las últimas tres semanas ha subido seis días consecutivos y ha descendido en siete de las ocho siguientes sesiones.
Este viernes ha roto la racha de caídas y ha avanzado el 0,49 %, hasta alcanzar los 9.364,6 puntos, nivel muy próximo a la media de los cierres del índice del último mes móvil (9.383 puntos).
A pesar de la indefinición que domina el mercado desde que terminó la temporada de resultados empresariales a principios de agosto, la bolsa acumula una subida del 13,8 % en lo que va de año.
El sector bancario, cuya cotización es sensible al ciclo económico (a mayor desaceleración menos créditos nuevos y más riesgo de impago de los concedidos), ha registrado abultadas caídas esta semana: BBVA (BME:BBVA) se deja el 4,05 %, el tercer mayor descenso, CaixaBank (BME:CABK) y Santander (BME:SAN) pierden más del 3 %; Sabadell (BME:SABE), el 2,7 %; Unicaja (BME:UNI), el 1,87 %; y Bankinter (BME:BKT), el 1,19 %.
Los dos grandes bancos han sido los únicos de entre los grandes valores con pérdidas semanales: Iberdrola (BME:IBE) ha avanzado el 0,6 %, Inditex (BME:ITX), el 0,83 %; y Repsol (BME:REP), el 1,29 %, beneficiado por las subida del petróleo.
Telefónica (BME:TEF) acumula una subida del 0,47 % lograda íntegramente después de conocerse la entrada en su capital del operador de telecomunicaciones saudí STC, que se ha hecho con un 4,9 % y tiene derechos para adquirir otro 5 % adicional.
Grifols (BME:GRLS) (5,16 %) y Fluidra (BME:FLUI) (4,26 %) encabezan las pérdidas, mientras en el lado opuesto las acciones de Indra (BME:IDR), que hoy han marcado su máximo anual, avanzan el 3,6 %, y las de Ferrovial (BME:FER), el 1,79 %.
El analista de XTB Joaquín Robles explica a EFE que los últimos datos conocidos "ponen de manifiesto la desaceleración económica" de Europa, a lo que hay que sumar "la especulación sobre qué va a hacer el BCE la próxima semana" en su reunión de política monetaria.
Las últimas declaraciones de miembros del organismo reiteran que su prioridad es combatir la inflación y que su estrategia a futuro es tomar decisiones reunión a reunión en función de los datos que se van conociendo, lo que introduce aún mas incertidumbre entre los inversores.
El pasado martes, el índice Caixin de servicios de China mostró una desaceleración más intensa de lo previsto por los inversores y los PMI definitivos de la eurozona de servicios entraron en contracción (las manufacturas hace tiempo que presentan decrecimiento) por primera vez en ocho meses.
Al día siguiente las ventas minoristas en los países que comparten el euro descendían el 1 % interanual y ayer Eurostat revisaba a la baja el crecimiento de la eurozona hasta un exiguo 0,1 %, al tiempo que varios organismos de análisis alemanes pronosticaban que este año el PIB de la mayor economía europea caerá.
La exportaciones de China y Alemania difundidas esta semana también retroceden, una señal más de la debilidad de la demanda mundial.
La excepción la ha puesto estos días EE.UU., que ha mostrado unos datos de su sector servicios (ISM) que en contra de lo esperado han subido o caen menos de lo previsto (PMI).
EL PETRÓLEO SUPERA LOS 90 DÓLARES
El aluvión de malos datos económicos ha coincido además con un repunte del precio del petróleo y depreciación del euro, lo que alienta el temor a que la inflación se mantenga elevada o repunte -en agosto repitió la tasa de julio (5,3 %)-.
Arabia Saudí y Rusia anunciaban el martes su intención de prorrogar hasta final de año los recortes de producción para presionar al alza los precios e inmediatamente después el Brent superaba los 90 dólares por barril, un nivel no visto desde noviembre de 2022.
En la semana acumula una subida del 2,6 % y desde principios de agosto se ha encarecido el 6,2 %.
Además, en agosto el gas natural también ha subido y ha superado los 40 euros por MWh por el miedo a una posible escasez de suministro motivada por conflictos laborales en instalaciones de Australia y paradas por mantenimiento en otras de Noruega.
El euro retrocede el 0,6 % desde el lunes y suma ocho semanas consecutivas de caída frente al dólar, divisa en la que se paga el petróleo.
El repunte de los precios energéticos pone en riesgo la moderación de la inflación y puede hacer que el BCE se incline por nuevas subidas de tipos que los inversores no esperaban.
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