MADRID (Reuters) - La bolsa española mantenía en la primera sesión de marzo la racha negativa del mes anterior, en un contexto de nerviosismo mundial por el ritmo de endurecimiento de la política monetaria, mientras en España el mercado digería las últimas cifras de la recién acabada temporada de resultados empresariales.
Durante la tarde los mercados experimentaban cierto alivio ante los comentarios del nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que dijo que no había pruebas de que la economía estadounidense estuviese sobrecalentándose, alejando momentáneamente el temor a un rápido ritmo de subidas de tipos de interés.
No obstante, estos comentarios no daban tranquilidad total al mercado tras una intervención del propio Powell el martes en la que había reavivado las especulaciones sobre un endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos este año más rápido de lo esperado.
En España, el Ibex-35 acabó la sesión del jueves con un recorte del 1 por ciento a 9.741,3 puntos, después de haberse dejado en febrero casi un seis por ciento.
El influyente sector bancario reflejó la incertidumbre de los mercados internacionales, con un descenso del 1 por ciento en Santander (MC:SAN) y otro del 1,45 por ciento en BBVA (MC:BBVA).
El peor valor del selectivo fue Ferrovial (MC:FER), que cedió un 4 por ciento tras presentar unas decepcionantes cuentas de 2017 en la víspera.
Acciona (MC:ANA) también se encontraba en la cola del selectivo, cayendo un 3,5 por ciento después de que el miércoles el Tribunal Supremo confirmase la anulación de la concesión de agua de la empresa en Barcelona.
Entre el resto de pesos pesados, también retrocedió Repsol (MC:REP), un 1,4 por ciento, Inditex (MC:ITX), un 1,5 por ciento, Iberdrola (MC:IBE), un 0,3 por ciento, y Telefónica (MC:TEF), un 0,5 por ciento.
Entre los pocos valores que cotizaban en positivo, Aena (MC:AENA) ganó un 2 por ciento tras una mejora de la recomendación de Deutsche Bank (DE:DBKGn) a "comprar" desde "mantener".
Fuera del selectivo, la constructora OHL (MC:OHL) se dejó un 17 por ciento, tras anunciar la víspera unos resultados peores que lo previsto por las pérdidas de su división de construcción.