Madrid, 30 sep (.).- El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) ha sancionado a la auditora E&Y con dos multas por 1,035 millones de euros en total por sendas infracciones graves en la auditoría de las cuentas anuales de 2015 de Sacyr (MC:SCYR) y de su grupo consolidado.
Según publica este jueves el Boletín Oficial del Estado, el ICAC sanciona también al auditor de cuentas y socio firmante de los informes, Francisco Victoriano Fernández Romero, al que le impone dos multas por un total de 11.000 euros por infracciones graves en relación con esas mismas auditorias.
Además, establece que estas sanciones llevan aparejadas la prohibición tanto para E&Y como para el socio de realizar auditorías de cuentas de Sacyr y el grupo durante los tres primeros ejercicios tras el momento en que las sanciones sean firmes en vía administrativa, es decir, desde su publicación este jueves en el BOE.
La resolución es firme en vía administrativa, aunque cabe la revisión jurisdiccional por la Sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional, competente para conocer de los recursos que pudieran interponerse.
La resolución del ICAC declara que tanto E&Y como el auditor son corresponsables de la comisión de una infracción grave tipificada en la Ley de Auditoría de Cuentas por "incumplimiento de las normas de auditoría que pudiera tener un efecto significativo sobre el resultado de su trabajo y, por consiguiente, en su informe" sobre las cuentas de Sacyr y del grupo consolidado.
La multa que impone por la auditoria de Sacyr es del 0,2 % de los honorarios facturados por auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado antes de imponerle la sanción, con lo que suma 172.634 euros.
Por la auditoría del Grupo Sacyr le impone una multa del 1 % de los honorarios facturados por auditoría en el último ejercicio cerrado antes de la imposición de la sanción, que asciende a 863.167 euros.
Al socio corresponsable de la auditoría le sanciona con 3.500 euros por las cuentas de Sacyr y con 7.500 euros por las cuentas del grupo.
Fuentes de E&Y han dicho a Efe que los aspectos sobre los que discrepan la auditora y el ICAC "no tuvieron ningún impacto ni efecto en las cuentas o en la situación financiera de la entidad, como se ha comprobado a posteriori".
Se trata -añaden- de una "cuestión técnica sobre aspectos formales" relacionados con la documentación del proceso de auditoría que el organismo público cuestiona en algunos aspectos, pero que E&Y considera "correctos y ajustados" a las normas de auditoría, sin afectar al resultado de la propia auditoría.