Moscú, 7 sep (.).- El Kremlin expresó hoy su esperanza de que el golpe de Estado en Guinea-Conakri no perjudique los intereses de las empresas rusas en ese país, después de que la minero-metalúrgica rusa Rusal mostrara su preocupación por sus empleados y el futuro de su producción de aluminio en esa nación.
"Estamos observando de cerca lo que ocurre en Guinea y nos gustaría que la situación vuelva a su senda legal cuanto antes", señaló en su rueda de prensa telefónica el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"Por supuesto, esperamos que los intereses comerciales de nuestros empresarios, de nuestras compañías, no se vean perjudicados y que sean garantizados en cualquier caso", añadió.
Rusal, una de las mayores productoras de aluminio del mundo, expresó el lunes su preocupación por la integridad física de sus empleados y la continuidad de su producción en Guinea-Conakri.
El Kremlin afirmó hoy que no está sopesando ayudar a Rusal, aunque reconoció que "los acontecimientos en Guinea son un factor realmente grave que pueden afectar negativamente a los mercados del aluminio".
Guinea-Conakri ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a reservas de bauxita, aportando el 20 % de la producción mundial.
Según la Asociación de Aluminio, Rusal podría llegar a perder hasta un tercio de sus producciones de aluminio a consecuencia del golpe de Estado, sin tener fuentes para compensar estas pérdidas.
La empresa rusa es propietaria desde 2006 del complejo Friguia, en el occidente del país africano, compuesto por una mina de bauxita, una refinería de alúmina y una red ferroviaria para el transporte de las producciones, según la información en su página web.
Además, Rusal explota desde 2018 el depósito de bauxitas de Dian Dian, el mayor de su tipo en el mundo.