Lisboa, 27 jul (.).- La estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), el mayor banco del país, necesita recapitalizarse para cumplir con las reglas europeas, pero el presidente de la entidad, José de Matos, evitó cuantificar el montante que será necesario inyectar.
"La Caixa Geral tiene necesidades de capital en el 2016 y el 2017 para cumplir con los requisitos mínimos prudenciales, incluido un 'buffer' (colchón) de gestión", manifestó De Matos, en la comisión de investigación que ha abierto el Parlamento luso.
Aunque no se conocen cifras oficiales, la prensa lusa apunta que oscilaría entre los 4.000 y los 5.000 millones de euros, cantidad que el presidente de la CGD considera "exagerado".
"Esos valores son ajenos a lo que estoy considerando y son ciertamente superiores" a lo que se calcula, señaló De Matos, que será próximamente sustituido en la dirección del único banco público por António Domingues.
La situación estatal Caixa Geral de Depósitos preocupa en Portugal, un país azotado por los problemas bancarios desde que estalló la crisis financiera del 2008.
El sector bancario ha requerido el aporte de los contribuyentes lusos y ha afectado al déficit del país.
En 2015 Portugal cerró con un déficit público del 4,4 % del PIB (por encima del 3 %) por culpa del impacto fiscal por la intervención en el banco luso Banif (unos 3.000 millones), en diciembre del 2015.
Y en agosto del 2014, Lisboa inyectó 4.900 millones de euros en el Novo Banco, escisión saludable del colapsado Banco Espírito Santo (BES).
En el 2008-2009, el Estado luso inyectó más de 3.000 millones de euros en la intervención de otro banco, el Banco Portugués de Negocios (BPN).
La de la CGD es la sexta comisión de investigación parlamentaria a la banca portuguesa en apenas ocho años, instrumento utilizado para depurar responsabilidades en los problemas y colapsos bancarios.