Emilio López Romero
Nueva York, 19 ago (EFE).- Dos buenos datos económicos y unas cuentas mejores de lo previsto impulsaron hoy a Wall Street, donde el tecnológico Nasdaq cerró en niveles que no veía desde el año 2000 y el S&P 500 se quedó a las puertas de un máximo histórico.
La jornada arrancó de buen ánimo en el parqué neoyorquino tras publicarse que el índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0,1 % en julio, su ritmo más lento en cinco meses, de tal manera que la inflación aumentó un 2 % en términos anuales.
Los mercados tuvieron otros motivos para celebrar porque la construcción de nuevas viviendas aumentó un 15,7 % en julio hasta alcanzar su mayor nivel en ocho meses, lo que viene a confirmar la recuperación del mercado inmobiliario.
Además, la temporada de resultados empresariales continuó con la cadena de tiendas de bricolaje Home Depot, que sorprendió con un aumento de los beneficios del 13,5 % en el primer semestre del año hasta alcanzar los 3.429 millones de dólares.
Al final de la jornada, el índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan algunas de las mayores tecnológicas del mundo, cerró por quinto día consecutivo con ganancias hasta terminar en 4.527,51 puntos, su nivel más alto en los últimos catorce años.
Mientras, el S&P 500 llegó a alcanzar durante la jornada un nuevo máximo histórico intradía por encima de los 1.982 puntos pero no fue capaz de aguantarlo en la recta final y terminó en 1.981,6 unidades, a unos pasos de cerrar en niveles nunca antes vistos.
Por su parte, el Dow Jones de Industriales volvió a cerrar en positivo y dejó el listón en 16.919,59 puntos, acercándose de nuevo a la barrera psicológica de los 17.000, animado especialmente por el buen sabor de boca de las resultados de Home Depot.
El otro gran protagonista empresarial del día fue el gigante Apple, cuyas acciones alcanzaron por primera vez los 100 dólares desde el "split" de junio y estuvieron a un paso de terminar con un nuevo máximo histórico.
En otros mercados el petróleo de Texas (WTI) de referencia en Estados Unidos continuó con su racha bajista de los últimos días y cerró la jornada por debajo de los 95 dólares el barril, mientras que el euro se mantenía en los 1,33 dólares.