Lisboa, 11 jun (.).- El Novo Banco, entidad creada tras la quiebra del Banco Espírito Santo (BES), registró unos beneficios de 60,9 millones de euros en el primer trimestre, frente a las pérdidas de 130,9 millones del mismo período de 2017.
En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa, el banco precisó que la mayor parte de los beneficios se produjeron debido a una alteración a nivel contable de la aseguradora GNB Vida, que está a la venta.
Sin este cambio, el Novo Banco habría presentado un resultado positivo de 9,7 millones hasta marzo.
El margen financiero -que mide la diferencia entre los intereses cobrados por los créditos y los pagados por los depósitos-, se redujo un 18,1 %, hasta 97,4 millones, y el producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se situó en 252,2 millones, un 39,5 % menos.
Por su parte, los costes operativos disminuyeron el 9,8 %, hasta los 121,9 millones, y el resultado antes de impuestos fue de 92,4 millones -hace un año fue negativo en 91,8 millones-.
El nivel de provisiones se redujo notablemente, hasta los 37,8 millones, un 72,5 % menos que el año anterior, de los que 50 millones fueron para crédito.
El banco cerró marzo con 28.576 millones en depósitos, el 13,5 % más que en marzo de 2017, y el crédito en riesgo se redujo hasta el 29,7 % del crédito total concedido.
En términos de solvencia, el Novo Banco presenta un ratio Common Equity Tier I del 13,5 %, siete décimas por encima del que tenía en diciembre del año pasado.
En el último año, la plantilla del grupo se ha reducido en 588 trabajadores y se sitúa ahora en 5.449 empleados, repartidos en 473 sucursales (se cerraron 63 oficinas en los últimos doce meses).
El Novo Banco nació en agosto de 2014, tras la quiebra del BES y fue recapitalizado con 4.900 millones.
El año pasado, el 75 % de la entidad fue vendida al fondo estadounidense Lone Star y el Estado luso mantuvo el 25 % restante a través del Fondo de Resolución, un organismo público financiado con aportaciones de los bancos portugueses.
En mayo, el banco recibió una inyección de capital de 791,7 millones de euros del Fondo de Resolución, de los cuales 430 millones fueron prestados por el Estado portugués.