Bruselas, 10 mar (.).- El Parlamento Europeo (PE) dio este miércoles su respaldo a introducir un mecanismo de ajuste de carbono en frontera en la Unión Europea (UE) por el que se gravarían algunas importaciones de productos que lleguen de países con menos exigencias climáticas para garantizar una competencia igualitaria.
En una resolución aprobada en pleno con 444 votos a favor, 70 en contra y 181 abstenciones, la Eurocámara considera la medida un incentivo para la descarbonización de la industria europea y de los socios de la UE, y destaca que debería ser compatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"El mecanismo quiere garantizar la eficacia de nuestras políticas climáticas abordando el riesgo de la fuga de carbono", señaló en sesión parlamentaria el comisario europeo de economía, Paolo Gentiloni, quien valoró positivamente el respaldo de la Eurocámara a este mecanismo.
El ex primer ministro italiano afirmó que la Comisión continúa estudiando la forma y el fondo de la medida, con lo que aún no se han concretado a qué sectores afectará ni el sistema con el que se aplicará.
El mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono, que el Ejecutivo comunitario presentará al inicio de este verano y que de ser aprobado se pondría en marcha en 2023, busca ampliar las exigencias en materia de emisión de gases de efectos invernadero a los productos importados.
Así, el objetivo es equilibrar el precio de los bienes importados al de los producidos dentro de la Unión Europea y evitar la deslocalización de empresas europeas a países cuya legislación en materia de medioambiente es menos exigente.
El documento respaldado por la Eurocámara subraya que en un primer momento se debe incluir al sector eléctrico y los sectores industriales con gran consumo de energía y aumentar gradualmente hasta abarcar todos los productos recogidos en el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE).
Asimismo, los eurodiputados pidieron una revisión de este Régimen ya que consideran que "no ha proporcionado incentivos eficaces para la descarbonización de determinados sectores" e incluso "ha dado lugar a beneficios injustificados para algunas empresas".
"Si consideramos que este es el mecanismo correcto, en algún momento deberá reemplazar al actual, en concreto al RCCDE con sus cuotas gratuitas", señaló el eurodiputado de los Verdes y autor del texto, Yannick Jadot.
ENCAJE INTERNACIONAL
La puesta en marcha del mecanismo no solo deberá superar los trámites institucionales dentro de la UE, sino también su encaje en el panorama internacional, después de que Rusia ya mostrara su preocupación ante esta medida.
Sin embargo, la directora general para Europa del instituto Jacques Delors, Geneviève Pons, se muestra optimista por la respuesta que los diferentes actores internacionales tendrán de la adopción del mecanismo de ajuste de carbono.
"Será delicado negociar con otros países, pero si tenemos claro lo que queremos conseguir, entonces será fácil encontrar un terreno en común", afirmó en una entrevista a Efe Pons quien recordó que la Administración de Biden estudia aplicar una propuesta similar.
A su juicio, el sistema de asignaciones de gratuitas "no han tenido ningún efecto incentivador" y señala que debe encontrar otra forma "de evitar la fuga de carbono al tiempo que se incentiva a la industria para que cambie su forma de producir".
Una tesis que no comparte la patronal europea Business Europe, que se muestra contraria a que la Comisión retire las asignaciones gratuitas, tal y como pide el Parlamento.
"Vemos necesario continuar con el sistema de Comercio de Derechos de Emisión actual al menos durante un cierto período de años hasta comprobar al eficacia de un nuevo sistema, señaló a Efe su director general adjunto, Alexandre Affre.
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