Caracas, 9 may (.).- Las sanciones contra Venezuela impuestas por Estados Unidos (EE.UU.) hace casi un lustro han dividido a empresarios y sectores opositores entre quienes piden su levantamiento para frenar el impacto económico y los que abogan por su continuidad para presionar al Gobierno.
Recientemente, un grupo de académicos, investigadores, empresarios y activistas envió una carta al presidente de EE.UU., Joe Biden, en la que pidieron que continuara con "negociaciones sustantivas y productivas para resolver la crisis venezolana", enfocadas al levantamiento de las sanciones, que "no lograron su objetivo" de sacar del poder a Nicolás Maduro.
La misiva fue muy criticada por otro sector opositor, que envió otra carta en la que se exige que las sanciones se refuercen para evitar que se perpetúe la "tiranía", ya que no consideran que la crisis sea producto de estas medidas, sino de "los robos" de fondos destinados a mejorar los servicios.
El economista Víctor Álvarez explicó a Efe que las sanciones aplicadas desde 2017 han hecho "un tremendo daño a la economía y a la sociedad" por sus efectos no solo a las empresas públicas, sino también a las compañías privadas y organizaciones humanitarias.
"A las empresas privadas les han cerrado cuentas en EE.UU., en los bancos y en el sistema financiero de los EE.UU., han perdido líneas de crédito. Los proveedores, que les vendían materias primas, insumos, repuestos, maquinarias (y) equipos, sencillamente no quieren tener negocios con Venezuela", detalló Álvarez.
Por su parte, el economista Omar Zambrano, contrario a Álvarez, consideró que existe "una coincidencia temporal entre la vigencia de las sanciones sectoriales y el renacimiento de la actividad económica venezolana, que venía arrastrando casi ocho años de recesión".
Zambrano dijo a Efe que Venezuela ha visto mejorar, en los últimos tres años, el nivel de su actividad económica, produciendo "unos niveles mayores de bienestar", pese a las medidas coercitivas.
Indicó que los ingresos per cápita en dólares desde 2020 se "han recuperado más del 100 %" y que, a partir de 2017, han crecido "los niveles de importación de medicinas y alimentos por la recuperación del sector privado".
El pasado 25 de abril, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, detalló que los ingresos del país pasaron de 52.609 millones de dólares en 2013 a "apenas" 743 millones en 2020, lo que significa una caída del 99 % en siete años.
EFE
(foto)(vídeo)