Lisboa, 4 nov (.).- El Santander (MC:SAN) Totta, filial lusa del grupo español, obtuvo un beneficio neto de 254,5 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, una caída del 35 % respecto al mismo período de 2019.
"Los resultados de los primeros nueve meses del año registraron una caída derivada del impacto que la pandemia covid-19 está teniendo en nuestra actividad, a pesar de que sentimos una mejora al comparar el tercer trimestre con el anterior", señaló el consejero delegado, Pedro Castro e Almeida, en comunicado.
La pandemia llevó a la entidad a reforzar sus provisiones para activos financieros, que alcanzaron los 146,5 millones de euros, como anticipación a las posibles pérdidas que se pudiesen registrar en un escenario adverso, "como queda patente en las diferentes proyecciones realizadas por instituciones nacionales e internacionales".
El margen financiero -diferencia entre los intereses pagados en créditos y los abonados por los depósitos- cayó un 7,9 %, hasta 591,9 millones de euros.
El producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se redujo un 5,5 %, a 964,1 millones, mientras que los costes operativos disminuyeron un 5,3 %, a 429,8 millones.
En este contexto, el resultado de explotación cayó un 5,7 %, hasta situarse en 534,4 millones.
El ratio "CET 1 fully implemented", que refleja la solvencia del banco, subió hasta el 20,3 %, 3,6 puntos porcentuales más que en septiembre de 2019, y el crédito moroso se situó en el 2,8 % del total (0,5 puntos menos).
El crédito a clientes aumentó a 42.121 millones de euros, un 3,8 % más, y los depósitos crecieron un 2,8 %, hasta 43.057 millones de euros.
La entidad apuntó que debido a la pandemia ha dispuesto "entre otras medidas, moratorias para el crédito a particulares y empresas, complementando la moratoria del Estado.
Al final de septiembre, las moratorias, legal y privada, habían alcanzado a más de 88.000 clientes, correspondiendo a un montante superior a 9.000 millones de euros de crédito (cerca del 21 % de la cartera total).