Barcelona, 16 sep (.).- El sector químico está inmerso en el desarrollo de tecnologías punteras para avanzar en la sostenibilidad como el reciclaje químico, la captura y almacenamiento del CO2 y el hidrógeno verde, que se cree tendrán una proyección de desarrollo en los próximos diez años.
Éstas son algunas de las innovaciones en las que trabaja para dar respuesta al reto de la conservación del medio ambiente y que se pueden ver en la exposición "Welcome to 2030", en el salón Expoquimia, que se celebra hasta mañana en el recinto Gran Vía de la Fira de Barcelona.
Estos avances están recogidos también en el informe sobre tecnologías y procesos disruptivos en el sector que ha presentado este jueves en Fira de Barcelona el presidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Carlos Navarro, y el director general, Juan Antonio Labat.
El texto asegura que las tecnologías que permiten capturar el CO2 producido en centrales térmicas, comprimirlo para hacer viable su transporte y almacenarlo hasta su procesamiento químico, podrían contribuir a reducir hasta un 30 % las emisiones mundiales de dióxido de carbono.
Por su parte, el reciclado químico complementa el mecánico abriendo la puerta "al ciclo de recuperación infinito".
Además, el informe destaca avances en el ámbito de la bieconomía, que es la producción, utilización y conservación de los recursos biológicos, en los ecocombustibles y el almacenamiento energético en las nuevas baterías del futuro, así como la aportación del sector químico para impulsar las energías limpias y renovables.
En este último caso, los esfuerzos se centran en incrementar la eficiencia y el uso de las energías renovables y utilizar combustibles con una huella de carbono baja o nula como el hidrógeno, obtenidos, a su vez, a partir de energías renovables, como el sol.
Un ejemplo es la posibilidad de contar con una nueva fuente de energía renovable: la fotosíntesis artificial, que imita el proceso natural de las plantas, utilizando la luz solar para generar energía a partir del agua y el CO2, sin liberar emisiones contaminantes.
Otro capítulo destacado es el del hidrógeno verde, producido a partir de energía renovable, que está llamado a jugar un papel vital en la transición energética al basarse en el elemento más abundante, y que está especialmente indicado en sectores difíciles de electrificar como el transporte pesado y las industrias intensivas.
La industria química aporta el 5,5 % del producto interior bruto (PIB) español y el 3,7 % de los puestos de trabajo del país, sumando los directos y los inducidos, con una cifra de negocio que alcanzó 64.519 millones de euros el año pasado.
Este sector lidera además la inversión en I+D+i de la industria, así como concentra la mayor parte de la contratación de investigadores del ámbito privado.