Raquel Godos
Washington, 25 sep (EFE).- El Senado de Estados Unidos votó hoy por unanimidad a favor de avanzar con el proyecto de ley que evitaría el cierre temporal del Gobierno federal después de que el senador republicano Ted Cruz cesara en su bloqueo del procedimiento tras más de 21 horas de discurso contra la reforma sanitaria.
El objetivo del senador hispano, próximo al Tea Party, era retrasar lo más posible el voto en el Senado de una ley especial presupuestaria que debe permitir al Gobierno federal seguir funcionando a partir del 1 de octubre.
Cruz pretendía evitar que el Senado, de mayoría demócrata, tuviese tiempo para enmendar la propuesta recibida de la Cámara de Representantes y para reintroducir en ella los fondos necesarios para la ley de salud, que los republicanos habían suprimido en la Cámara baja.
Sin embargo, tras más de 21 horas de discurso, Cruz tuvo que bajarse del estrado a las 12 del mediodía hora local (16.00 GMT), al dar comienzo una nueva jornada legislativa.
El senador, después de abandonar su intento de bloqueo, incluso votó a favor de permitir que el Senado comenzase a debatir sobre la legislación, lo que indicaría que su filibusterismo tenía una finalidad más propagandística que práctica.
El senador de Texas, enfrentado al aparato republicano y vitoreado por la base conservadora, ha saltado con su acción a la palestra nacional, lo que algunos observadores consideran la prueba de ambiciones presidenciales.
El Congreso debe aprobar algún tipo de mecanismo de financiación antes del 1 de octubre, cuando comienza el nuevo año fiscal, o de lo contrario el Gobierno federal tendrá que suspender muchas de sus actividades y servicios.
El Senado, controlado por los demócratas, previsiblemente enmendará la propuesta de manera que vuelva a contemplar la financiación para la ley de salud, y enviará de nuevo el texto a la Cámara de Representantes, de mayoría republicana.
"Este proceso tiene que ver, por desgracia, con que la mayoría demócrata no escucha al pueblo estadounidense", dijo Cruz durante su intervención, con la corbata ya aflojada, a apenas unos minutos de la votación.
El senador apenas recibió apoyo de su bancada en la Cámara alta, y solo obtuvo el respaldo de los senadores republicanos Marco Rubio, Rand Paul y Pat Roberts, quienes a lo largo de la noche se turnaron para dialogar con el legislador y darle carrete.
"Es una vergüenza que estemos aquí después de haber desperdiciado dos días" sin decidir cómo evitar el cierre parcial del Gobierno, se quejó el líder de la mayoría demócrata de la Cámara alta, Harry Reid, al término del discurso maratoniano de Cruz.
Se espera que el proceso en la Cámara alta para avanzar sobre la enmienda que incluya de nuevo los fondos para la ley de sanidad permita tener un texto terminado para el fin de semana, que será enviado a la Cámara de Representantes para que una vez allí sea sometido a voto de nuevo.
El 1 de octubre, asimismo, entran en funcionamiento los mecanismos de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que Obama promulgó en 2010 y que los sectores más conservadores del Partido Republicano, encabezados por Cruz, siguen combatiendo.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Jack Lew, advirtió hoy a los líderes del Congreso de que el país alcanzará de nuevo el techo de deuda el próximo 17 de octubre, lo que dejaría al Gobierno con menos de 30 millones de dólares para pagar sus facturas.
En una carta enviada a todos los miembros del Congreso, Lew instó a tomar medidas inmediatas para elevar el límite de la deuda federal, que asciende a 16,7 billones de dólares.
Obama ya advirtió a los legisladores de que no está dispuesto a negociar con asuntos de política interna bajo la amenaza de un cierre del gobierno o de una suspensión de pagos.
Sin embargo, los republicanos, encabezados por Cruz, parecen estar dispuestos a aprovechar cualquier oportunidad para tumbar la reforma sanitaria, uno de los grandes logros del presidente desde que tomara posesión en 2009. EFE
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