Quito, 12 jun (.).- El Frente Popular, una de las centrales sindicales más importantes de Ecuador, efectuó este miércoles una protesta en Quito contra el Gobierno del presidente Daniel Noboa y sus políticas económicas atribuidas como imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La manifestación, que contó con poca acogida al congregar unas decenas de personas, se presentó como una advertencia ante la pretendida eliminación de los subsidios (subvenciones) al precio de las gasolinas, anunciada por varias autoridades del Gobierno, que ya ha sido rechazada por otros sindicatos y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Durante la marcha, varios manifestantes quemaron una figura de cartón del presidente Noboa, similar a las que él uso en la campaña electoral del año pasado, comicios que ganó y que le permitió llegar al poder en noviembre de 2023.
Además, otros manifestantes mostraron pancartas con leyendas críticas al gobernante y a la clase política nacional: "Se busca líder que no sea saboteador, que no sea dictadorzuelo, lacayo del FMI, mentiroso".
Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, aseguró que este tipo de movilizaciones se han replicado en varias regiones del país y que este jueves, continuarán en otras provincias y ciudades.
Erazo descartó que los sindicatos acudan a una reunión de diálogo promovido por el Gobierno para llegar a eventuales acuerdos sobre compensaciones sociales a la aplicación de ciertas medidas económicas dirigidas a superar la abultada brecha fiscal.
Para el dirigente, el Gobierno de Noboa "ha privilegiado el diálogo con empresarios y con el FMI" y, por ello, ese tipo de convocatorias "no tienen cabida entre los sectores populares".
La única posibilidad de diálogo de los trabajadores es con los mismos sindicatos "y los pueblos del Ecuador para, en ese camino, ir construyendo una unidad" que permita impedir la aplicación de medidas económicas impopulares.
"Esta es la primera de nuevas movilizaciones", en un proceso en que "va a ir creciendo la lucha de los pueblos" del país, añadió Erazo.
De su lado, Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), el mayor sindicato del magisterio del país, se lamentó de que el anuncio del Gobierno de eliminar el subsidio a las gasolinas se haya hecho en medio de una crisis económica que golpea especialmente a los sectores populares.
El mandatario está "provocando al pueblo" y no deja otra salida que "radicalizar la protesta", agregó Quishpe al enfatizar en que "este es un primer llamado" de atención contra Noboa.
Según el dirigente, los más acuciantes problemas que afronta el país, como la pobreza y la inseguridad, no han sido atendidos por el régimen que desde abril aplicó un incremento del impuesto al valor añadido (IVA) del 12 al 15 %.
Además, apuntó que el incremento del IVA ya incidió en una subida del precio de las gasolinas de mayor consumo (Extra y Eco País), por lo que la eliminación del subsidio avisada por el Gobierno se convertiría en un segundo incremento en el valor de los carburantes.
Quishpe apuntó que las centrales obreras y otras organizaciones sociales preparan nuevas movilizaciones de protestas para los primeros días de julio, pero señaló que la eliminación de los subsidios podría desatar una gran reacción social.
Para él, ese tipo de medidas forman parte de las imposiciones que suele ordenar el Fondo Monetario Internacional en los países en los que concreta acuerdos crediticios y recordó que el Gobierno de Noboa ya concretó con el multilateral un programa crediticio por 4.000 millones de dólares por el plazo de 48 meses.
Según detalló este miércoles el ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, el precio de las gasolinas Extra y Eco País (ambas de 85 octanos) se incrementaría en 25 centavos, de 2,47 a 2,72 dólares por galón (3,78 litros), con un techo de incremento del 5 % y piso mínimo del 10 % sobre ese valor.
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