MADRID (Reuters) - El sector fotovoltaico español comenzó a recuperar el año pasado el esplendor que perdió con la reforma eléctrica de 2013, gracias al punto de inflexión marcado por las subastas de nueva potencia renovable, según mostraron el jueves los datos divulgados por la principal patronal del sector.
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) dijo en un informe que en 2017 se instalaron 135 megawatios (MW) fotovoltaicos, lo que supone un salto del 145 por ciento respecto a los 55 MW que se pusieron en marcha en 2016.
Las políticas globales de descarbonización, la evolución tecnológica y la caída en picado de los costes de producción han propiciado un cambio de tendencia en los inversores que quedó patente en la última subasta renovable, en la que este sector se repartió con la energía eólica los 8.000 MW ofertados, algo insólito hasta la fecha.
La competitividad alcanzada por las plantas fotovoltaicas, capaces de ser rentables ya a precios de mercado, también ha tenido su reflejo en la reciente proliferación de los llamados PPA (Power Purchase Agreement), siglas que definen los contratos bilaterales a largo plazo en los que el promotor pacta de antemano con el comercializador la venta de la electricidad generada.
Todo apunta además a que el renacimiento del sector tendrá recorrido en años venideros, según la patronal, que destaca los cerca de 30 gigawatios (GW) que se encuentran actualmente en tramitación, de los que "se espera que un alto porcentaje se traduzca en potencia instalada en funcionamiento en los próximos años".
Sin embargo, el parón sufrido entre 2013 y 2015 -periodo en el que los volúmenes fueron insignificantes tras suprimirse las subvenciones públicas y recortarse con fuerza las primas para las plantas ya existentes- hizo que el país perdiese el tren con respecto a otras grandes economías europeas y sigue ocupando el quinto lugar con 5,6 gigawatios (GW) instalados, muy lejos de los 42 GW de Alemania o los 19,7 GW de Italia.
(Información de Jose Elías Rodríguez, editado por Belén Carreño)