Barcelona, 18 jul (.).- La crisis del Mar Rojo, que ha obligado a las navieras a desviar barcos de las rutas habituales para evitar el canal de Suez, ha beneficiado al tráfico de contenedores del Puerto de Barcelona, que ha crecido un 23,61 % en el primer semestre de 2024 en relación con el mismo período del año pasado.
Durante los primeros seis meses del año el tráfico total del Puerto de Barcelona aumentó un 10,2 %, hasta los 35,8 millones de toneladas, impulsado por ese tirón del tráfico de contenedores.
En rueda de prensa, el director general del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha dicho que los ataques de los hutíes a barcos están provocando que las rutas internacionales de los portacontenedores se hayan modificado para evitar el canal de Suez, por lo que ahora estos grandes barcos provenientes de Asia rodean por el Cabo de Buena Esperanza, una ruta más larga para llegar a Europa -entre 10 o 12 días más de trayecto- pero segura.
En este contexto, Carbonell ha explicado que el Puerto de Barcelona es uno de los que más se está beneficiando de ello, a pesar de su distancia con el estrecho de Gibraltar, por este "reequilibrio del tráfico en el Mediterráneo", con lo que ha reforzado su rol de plataforma de distribución.
El Puerto de Barcelona ingresó 79 millones de enero en mayo, en torno a un 2 % más, alcanzó un resultado de explotación de 20,8 millones, un 3 % más, y el resultado neto creció un 13 %, hasta casi 21 millones, ha explicado.
En cuanto a la actividad general del Puerto, Carbonell y el presidente de esta institución, Lluís Salvadó, han admitido que en la primera mitad del año se han vivido algunos problemas de congestión por el aumento del tráfico, pero han confiado en que las medidas tomadas por el puerto y las obras para ampliar la terminal Best harán que la situación mejore.
Carbonell ha detallado que, tras un 2023 en el que el tráfico de vehículos nuevos experimentó un gran incremento, por la llegada de vehículos eléctricos procedentes de Asia, en este primer semestre del año se ha recortado un 5,5 %, hasta las 388.291 unidades.
Pese a ese descenso coyuntural, Carbonell ha asegurado que prevé que el tráfico de vehículos nuevos sea positivo en relación a 2023 y también que siga creciendo en los próximos años.