Juris Kazha
Riga, 31 mar (EFE). - El descubrimiento de que se han utilizado empresas e infraestructuras bálticas para transportar manganeso a Rusia, una materia prima clave para fabricar tanques y piezas de artillería, ha provocado indignación en Letonia y llamamientos a los políticos para que corten de inmediato el flujo de este "mineral de sangre".
El mineral de manganeso fue transportado a Rusia también antes del inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, pero fue ese mismo año cuando se superó el millón de toneladas y en 2023 fueron casi 1,5 millones, según medios letones.
De acuerdo con el diario estonio Postimees, que destapó primero la polémica, aproximadamente el 90 % de los 2 milliones de toneladas de mineral de manganeso importados por Rusia el año pasado fue transportado a través de puertos y ferrocarriles de Estonia y Letonia.
Datos aduaneros recopilados por la radiotelevisión letona, LSM, indican que más de 1,4 millones de toneladas de este mineral procedían de Letonia.
No está sancionado
El manganeso no está sujeto a controles de bienes de importancia estratégica ni tampoco está incluido en la lista de sanciones de productos que no pueden ser exportados a Rusia, donde la planta electrometalúrgica de Cheliábinsk es uno de los destinatarios de los cargamentos, según datos oficiales.
Las revelaciones de los medios bálticos han causado indignación en parte de las sociedades en Estonia y Letonia, donde ciudadanos calificaron en redes sociales de "vergüenza" el transporte de mineral de manganeso a Rusia y exigieron el fin unilateral del tránsito, sin esperar un eventual embargo de la Unión Europea (UE) en su conjunto.
En Letonia, un pequeño partido político liberal que no está en el Parlamento y una ONG celebraron manifestaciones de protesta pidiendo el cese inmediato del tránsito de esete mineral de "guerra".
En paralelo una campaña de firmas en la plataforma Mana Balss (Mi Voz) pide al Gobierno letón que imponga sanciones nacionales al tránsito de mineral de manganeso. Hasta el 30 de marzo, la iniciativa civil había reunido poco más de 5.000 de las 10.000 firmas necesarias para que pueda ser presentada a los legisladores.
Detener o no renovar los contratos de tránsito de mineral de manganeso podría tener un impacto negativo importante en los ferrocarriles nacionales y en algunas empresas de transporte del país.
El presidente de Ferrocarriles Letones, Rilands Plavnieks, señaló recientemente que, si bien en 2022 aproximadamente el 75 % del volumen total fue transportado por la compañía estatal LDz cargo, en lo que va de 2023 el porcentaje es ya solo del 6 % y el resto corresponde a empresas privadas, según recoge LSM.
Movimiento en la esfera civil, política y la UE
La primera ministra letona, Evika Silina, ha dicho en repetidas ocasiones que sólo la UE en su conjunto podría adoptar medidas efectivas para frenar el comercio con Rusia, aunque el país también ha sugerido una posible solución regional si no hubiera consenso a nivel europeo.
El hasta esta semana ministro letón de Exteriores, Krisjanis Karins, pidió en el último Consejo de Ministros del ramo de la UE en Bruselas el 18 de marzo que los Veintisiete amplíen las sanciones a la exportación y el tránsito de materias primas utilizadas en la industria militar rusa para incluir el manganeso y el óxido de aluminio.
El pasado día 27 bajo presión de la oposición, el Parlamento letón o Saeima aprobó finalmente una resolución para pedir a la UE que incluya inmediatamente el mineral de manganeso en la próxima ronda de sanciones contra Rusia.
La resolución también instaba a declarar el mineral de manganeso una sustancia de "doble uso", civil y militar, si bien no abogaba por una suspensión inmediata del tránsito o un boicot de todo el comercio con Rusia y Bielorrusia como pedían algunos políticos de la oposición.
En todo caso, el tema está puesto sobre la mesa en Bruselas, donde ya se trabaja en el décimo cuarto paquete de sanciones contra Rusia.
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