Buenos Aires, 1 mar (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, cruzaron fuertes críticas por el traspaso a la órbita de la ciudad del servicio de metro, paralizado hoy por una huelga que ha afectado a 1,2 millones de usuarios.
Durante la apertura de sus respectivos períodos legislativos, Fernández y Macri se recriminaron por la huelga convocada por los trabajadores de las siete líneas de metro de la capital en respuesta a la medida del alcalde de suspender el traspaso del servicio al Ayuntamiento tras la decisión del Gobierno de retirar a la policía federal de las instalaciones del "subte".
"No me cabe en la cabeza lo que hizo Macri. Nunca vi a alguien que le tire por la cabeza a otro un contrato que había firmado hace 90 días. Me encuentro muy sorprendida", se quejó la presidenta en la sede del Parlamento.
Fernández, que se preguntó si Macri cree que es "alcalde de Nueva York", trasladó el conflicto al jefe del Gobierno de la ciudad al anunciar que prolongará durante un mes más la presencia de la policía federal en las instalaciones del "subte".
La presidenta calificó de "adolescente y bochornosa" la actitud del alcalde de Buenos Aires y aseguró que "alguien debería decirle que no se puede caprichosamente romper de forma unilateral un contrato" que ya está en ejecución.
"Esto es poco serio. No se puede andar devolviendo el metro en una conferencia de prensa como si fuera un par de zapatos", se quejó la mandataria.
Mauricio Macri rechazó este miércoles el traspaso a su órbita del servicio de metro de la ciudad, que había sido anunciado a finales del pasado año, después de que la ministra argentina de Seguridad, Nilda Garré, ratificara que desde hoy retiraría a la Policía Federal de la vigilancia de las estaciones.
Tras ese anuncio, los trabajadores del metro convocaron a una huelga por cuestiones de seguridad.
En su discurso, Cristina Fernández se preguntó hoy cómo Macri no ha sido capaz en dos meses de "organizar a 240 agentes" de la Policía Metropolitana, que administra, para reemplazar a la Policía Federal en la vigilancia de las estaciones.
"Le depositamos los subsidios (para el metro), aumentó 127 por ciento la tarifa del servicio y no puede organizar a la Policía para custodiar a las estaciones... Le voy a dar otros 30 días de prórroga para ver si puede hacerlo", afirmó.
La mandataria precisó que entre 2003 y 2011 el Gobierno nacional ha gastado más de 1.300 millones de dólares en obras para el metro e instó a la empresa concesionaria a reanudar este viernes el servicio.
Unas horas antes, ante el Parlamento de la ciudad, Macri acusó al Gobierno de Fernández de ser "excesivamente centralista" y reclamó coordinar acciones para el transporte, en el ojo de la tormenta por el traspaso del metro pero también por el gravísimo accidente ferroviario que la semana pasada causó medio centenar de muertos en la capital del país.
"El Gobierno nacional sigue teniendo una actitud excesivamente centralista, concentrando recursos y decisiones. Cuando un gobernador no es oficialista, la provincia es discriminada y padece las consecuencias", remarcó.
"Esto no es bueno para la democracia. Tenemos que ir hacia un nuevo esquema, con creciente protagonismo de las provincias y los municipios. Necesitamos un federalismo real", apuntó.
Macri cuestionó las "medidas unilaterales" del Gobierno argentino en temas como la seguridad.
"Señora presidenta: hágase cargo de la seguridad de la ciudad o de lo contrario pásele a Buenos Aires los recursos", exigió el alcalde en referencia al traspaso a su administración de la Policía Federal, un viejo reclamo de Macri. EFE