Berlín, 31 mar (EFE).- Las siete centrales nucleares mas viejas de Alemania, desactivadas tras el siniestro de Fukushima, no volverán a conectarse a la red eléctrica y serán cerradas de manera definitiva, según dejó perfilarse hoy el Gobierno germano.
El ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y el presidente de la Comisión de Seguridad de los Reactores, Rudolf Wieland, anunciaron que las nuevas normas de seguridad nuclear que impondrá el gobierno son tan severas que su cumplimiento ya no resultará rentable para las plantas mas antiguas del país.
Con motivo de la presentación de la citada comisión, que deberá elaborar un informe hasta el 15 de mayo, Wieland comentó que la seguridad de los reactores ante un hipotético accidente o atentado terrorista aéreo será una de las nuevas exigencias en materia de seguridad.
Dado que las centrales atómicas mas antiguas no cuentan con una protección especial para ese tipo de siniestros y que su nueva construcción resultaría demasiado cara, Wieland comentó que las siete plantas desactivadas no retornarán probablemente a la red.
Röttgen, por su parte, no quiso comprometerse con esta posibilidad, entre otros motivos porque el Gobierno federal estudia aun las consecuencias legales de una posible orden definitiva de cierre para esas plantas y las posibles reclamaciones económicas de las empresas eléctricas afectadas.
El presidente de la comisión de expertos convocada por el Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, explicó que el nuevo catálogo de exigencias en materia de seguridad a las empresas que gestionan las centrales nucleares tiene en cuenta, entre otros peligros, posibles atentados terroristas.
Igualmente incluye catástrofes naturales como inundaciones, la ruptura de una presa, terremotos, sequías y temperaturas mas elevadas o bajas de lo normal, así como los posibles problemas de refrigeración de una central nuclear en el caso de un largo corte eléctrico, como ha sucedido en Fukushima.
El titular alemán de Medio Ambiente, cristianodemócrata como Merkel, insistió en que, en todo caso, habrá que esperar a que la comisión revise las 17 plantas nucleares alemanas y presente su informe a mediados de mayo para saber que medidas toma el gobierno germano, medidas que calificó de "políticas".
Tras la catástrofe de Fukushima el Gobierno alemán ordenó paralizar las siete centrales atómicas mas viejas del país y mantener desactivada una octava al norte del país que se encontraba en fase de reparación tras haber sufrido varias averías.
Además puso en marcha una moratoria de tres meses para la ley que prolonga la vida de las centrales nucleares alemanas hasta 14 años, a cuyo término a principios de junio deberá anunciar que decisiones toma sobre el futuro de la energía nuclear alemana.
Merkel, hasta ahora defensora de la energía atómica como fuente puente hasta el desarrollo de las alternativas, reconoció la pasada semana que su opinión personal había cambiado radicalmente tras el siniestro en Japón. EFE