Madrid, 24 nov (.).- España necesita mejorar la posición de sus marcas de alimentos y bebidas en sus tres principales mercados agroalimentarios extracomunitarios (Reino Unido, Estados Unidos y China, por este orden), según las conclusiones presentadas hoy en el instituto de comercio ICEX España Exportación e inversiones.
Responsables de las oficinas económicas y comerciales de España en Pekín, Nueva York y Londres han expuesto este viernes un análisis de los retos y las oportunidades para la venta de alimentos y bebidas en dichos destinos, en un seminario organizado por el ICEX y por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Se trata de conclusiones de los consejos asesores en China, EE.UU. y el Reino Unido, compuestos por prescriptores de la distribución, la hostelería y la industria alimentaria, y que perciben la situación del comercio, según ha subrayado a EFE la directora de industria alimentaria de ICEX, María Naranjo.
"Se conocen los productos españoles pero no se conocen las marcas en China, Reino Unido y EE.UU.", ha explicado Naranjo, quien ha reconocido que la exportación "es una carrera de fondo" y España deberá trabajar en construir esa reputación, fijándose en casos de éxito como Italia o Francia.
Otra conclusión, ha añadido, es la conveniencia de apostar por la gastronomía como "palanca".
En la jornada, también ha participado el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, quien ha aludido a ayudas previstas para la promoción exterior en 2024.
En el marco de la campaña "Spain Food Nation" del Gobierno, Herrero ha mencionado una dotación de cuatro millones de euros para un programa destinado a ampliar mercado en Asia, Estados Unidos, el Reino Unido y Suiza.
Potencial de China
El potencial de China como destino sigue siendo enorme, pero ha desviado su interés hacia otros proveedores, y la situación geopolítica "no ayuda", de acuerdo a las conclusiones del consejo asesor, presentadas por el consejero de la Oficina Comercial de España en Pekín, Ernesto Negredo.
En vino, España es el cuarto exportador en valor y el tercero en volumen; entre las debilidades y amenazas, se sitúan las marcas locales y el poco conocimiento de las españolas, y entre las oportunidades, los vinos blancos y cavas, por su aceptación entre las mujeres.
España tiene también potencial para vender ginebra en China, aunque sus exportaciones de espirituosas allí son testimoniales y encuentra gran competencia con las multinacionales.
En porcino, es el primer proveedor en dicho mercado, con una cuota de mercado del 25 % y ventas por 1.629 millones de dólares.
Se trata del primer producto para la exportación de España, que vende en China más derivados del cerdo que coches, aunque el año pasado cayeron las ventas y el incremento de los costes ganaderos se ha convertido también en una dificultad.
En aceite de oliva, España suministra el 89 % de las importaciones chinas, pero "no domina las marcas"; en frutos secos hay mucho potencial, pero los tránsitos son largos.
EE.UU., consumidor clave
La responsable de la oficina comercial en Nueva York, Verónica Samper, ha recordado la importancia de EE.UU. como consumidor alimentario global, donde España tiene potencial y ventas "exitosas" en transformados como el aceite de oliva, queso, pimentón y conservas.
Es un éxito en algunas enseñas de aceite, jamón, cava y vinos, e incluso tortas de aceite, pero son pocas las marcas conocidas.
Pero la exportación a Estados Unidos presenta dificultades que van aumentando, como el incremento de exigencias, por ejemplo fitosanitarias para frutas y hortalizas, además de seguir vivo un litigio por sus aranceles contra las exportaciones a la aceituna de mesa negra española.
Otra debilidad es la falta de un "mercado natural", como el que tienen los italianos, aunque los productos ecológicos o los vinos tienen oportunidades en segmentos "premium".
El Reino Unido tras el Brexit
Rafael Ortega, de la Oficina Comercial en Londres, ha aludido en su intervención en el encuentro al encarecimiento de los trámites y de las entregas en el Reino Unido tras el Brexit.
Dentro del mercado británico se desconocen las variedades de vino español, pero aquellas autóctonas "únicas" de uva como la garnacha, monastrell, albariño, verdejo, tienen mucho potencial, según ha apuntado.
Los británicos solo valoran el origen de un alimento si está producido en el Reino Unido, de acuerdo a las conclusiones del consejo asesor, que aboga por centrar esfuerzos en productos únicos (denominaciones) y evitar "los que se venden por precio".
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