Bruselas, 15 jul (EFE).- España fue en el período 2000-2013 el país con mayores costes de construcción de carreteras cofinanciadas por la Unión Europea (UE) de los cuatro Estados miembros con las mayores asignaciones de recursos, según un informe publicado hoy por el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE).
El documento evalúa los costes de los proyectos de construcción o renovación de carreteras cofinanciados por la UE mediante los fondos de cohesión en Alemania, Polonia, Grecia y España, los cuatro países que abarcan la mayor parte de los fondos para estos proyectos en el período, alrededor del 62 %.
Durante el período 2000-2013, la UE asignó unos 65.000 millones de euros al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y al Fondo de Cohesión para cofinanciar la construcción o renovación de carreteras.
Según el TCE, la falta de atención a la rentabilidad de los proyectos provocó grandes diferencias entre los costes de las infraestructuras viales de los distintos países.
Así, mientras el coste medio total de proyectos de carreteras por 1.000 metros cuadrados supone en Alemania algo más de 287.000 euros, mientras que los proyectos cofinanciados por la UE en España requieren casi 500.000 euros.
La diferencia en los recursos asociados a la construcción de estas infraestructuras no se deben a los costes de mano de obra.
"No existen pruebas de que esto fuera debido a los costes de mano de obra", sentencia el TCE.
Las previsiones inexactas de tráfico, que llevaron a la construcción de carreteras mayores de lo que sería necesario para el volumen de tránsito y los retrasos en la ejecución de los proyectos (que encarecieron los costes totales) fueron las principales críticas de los auditores a la gestión de estos cuatro países.
"Más grande no significa mejor", aseguró el responsable del informe, Harald Wögerbauer, quien criticó el uso de fondos de la UE para cofinanciar autopistas innecesarias.
"Las autopistas sólo deben financiarse con fondos de la UE cuando exista una clara necesidad de tráfico", aseguró el auditor en un comunicado, haciendo referencia a las conclusiones del informe del TCE, que señala que en muchos tramos podría haberse utilizado una vía rápida para subsanar el tráfico.
En catorce de los diecinueve proyectos analizados en estos cuatro países, los auditores observaron menos uso de lo previsto en el proyecto inicial, y concluyeron que el precio medio había aumentado un 23 % sobre el coste que se había estipulado.
El total de los proyectos auditados superó los 3.000 millones de euros.
En base a estas conclusiones, el Tribunal de Cuentas Europeo recomendó a la Comisión Europea (CE) analizar las diferencias en el coste de los proyectos de distintos países, y establecer en lo sucesivo controles más específicos de los planes de carreteras.
El TCE propuso al Ejecutivo comunitario exigir objetivos claros para los planes de cofinanciación de carreteras, donde se formulen las necesidades viales, el tiempo de transporte ahorrado y los efectos concretos en la economía del país.
Además, el texto recomienda promover el intercambio de buenas prácticas en la aplicación de soluciones técnicas, como por ejemplo la previsión de tráfico, y crear una base de datos para los países de la Unión, donde los ingenieros puedan consultar los costes medios de los proyectos (y así reducir los precios de las contrataciones públicas).EFE