MADRID (Reuters) - El Gobierno en minoría de Pedro Sánchez ya está trabajando en la reclamación socialista de fijar un impuesto a la banca que contribuya a financiar el déficit estructural de la Seguridad Social y a sostener las pensiones al tiempo que proyecta reducir las deducciones de las grandes empresas para financiar un mayor gasto público.
"Estamos trabajando en un impuesto que es bastante novedoso, porque no hay tantas referencias en el entorno europeo (...) será finalista para la Seguridad Social (...) con el objetivo de dar sostenibilidad a las pensiones a medio plazo", dijo el jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista en la Cadena Ser.
La ministra dijo que, aunque no ha hablado con el sector, confía en que sea comprensivo.
"Queremos que sea comprensivo a que vamos a hacer algo razonable, progresivo, que contribuya (...) porque hay margen", dijo.
En la misma entrevista, la responsable de las cuentas públicas, que ha tenido que asumir el Presupuesto del anterior Gobierno del PP tras una ajustada moción de censura, dijo que quiere también elevar la recaudación procedente de las grandes empresas estableciendo un tipo mínimo a partir del que no se puedan aplicar deducciones añadidas, propiciando así una subida de la tasa efectiva del impuesto de sociedades.
"Hay diferentes propuestas, quizás la más efectiva, por la que nos inclinamos, es establecer a partir de un determinado beneficio un tipo mínimo. Si, por ejemplo, estamos hablando de que tengan que pagar en torno al 15 por ciento no se pueden aplicar deducciones posteriores. Nuestro interés es que haya un tipo mínimo a partir del cual no se puedan aplicar deducciones añadidas y que las empresas contribuyan en la medida en la que sus beneficios lo indiquen", dijo la ministra.
Añadió que lo que se pretende es evitar que empresas con grandes beneficios puedan realizar "complejas arquitecturas de deducciones" que actualmente aplican propiciando tipos reales inferiores a los teóricos y que sitúan el tipo real en una media del 12 por ciento.
En un contexto de búsqueda de "espacios fiscales nuevos" en línea con la tendencia en el resto de Europa, Montero dijo que el Gobierno iba a llevar el breve al Congreso el nuevo impuesto sobre servicios digitales conocido popularmente como "tasa Google" que ya figuraba en el Programa de Estabilidad que el anterior gobierno remitió a Bruselas con planes de recaudar 2.100 millones entre 2018 y 2019.
La ministra no quiso dar detalles sobre la batería de impuestos medioambientales que, con un afán más disuasorio que recaudatorio, pretende también aprobar atendiendo a las prioridades del nuevo Ministerio de Transición Ecológica.
DEDUCCIONES PARA LA IGUALDAD
Por otra parte, dijo que su ministerio trabajará para impulsar las políticas de igualdad estableciendo una serie de deducciones en función de las políticas de igualdad efectiva que apliquen las empresas.
En este contexto y mientras empieza a preparar la elaboración del proyecto de presupuestos para 2019 que deberá defender con su minoría parlamentaria en septiembre, reconoció que el techo de gasto habrá de ser superior al de 2018 en su afán de aumentar el gasto social y garantizar las prestaciones del estado de bienestar.
La ministra también señaló que el Gobierno pretende autorizar "de manera inminente" la vuelta de algunas comunidades autónomas a los mercados con permisos de emisión de deuda después de varios años financiándose a través del estado central mediante el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica).
(Información de Carlos Ruano; Editado por Tomás Cobos)