Bruselas, 17 dic (EFE).- El Eurogrupo busca limar hoy diferencias para facilitar el miércoles un acuerdo a Veintiocho sobre el mecanismo único de liquidación bancaria, pero los ministros de Finanzas de la eurozona aún se tienen que poner de acuerdo sobre el cortafuegos y algunos pidieron simplificar el proceso de decisión.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, expresó a su llegada a la reunión su esperanza de que la cita a Diecisiete sirva para facilitar un acuerdo mañana en el Ecofin, mientras que el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Economía, Olli Rehn, pidió a los países "recorrer la última milla" para lograr "un acuerdo esta semana".
"Hay todavía algunos asuntos abiertos y trataremos de cerrarlos entre hoy y mañana porque creo que está en el interés de todos hacer este último esfuerzo", señaló Rehn.
Por su parte, el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, responsable del dossier, instó a los países a "asumir cada uno su responsabilidad" para lograr un acuerdo el miércoles en la cita del conjunto de los ministros de Economía de la Unión Europea (UE).
Ello permitirá comenzar en enero las negociaciones con la Eurocámara, que hoy ya estableció su posición.
Barnier reiteró que, a su juicio, el texto actual que ya tiene el respaldo pleno de Alemania, Francia, Italia, Holanda y España, "es demasiado complejo", al requerir varios pasos hasta la decisión final sobre si se liquida o no un banco y deja además a la CE un papel limitado en favor de un peso mayor de los países.
En la misma línea el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya se declaró el lunes "preocupado por que el proceso de decisión sea demasiado complejo y los mecanismos de financiación no sean los adecuados".
"He dicho que quería un sistema eficaz y que funcione", señaló Barnier, quien recibió el apoyo del ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, para quien "poner demasiados peldaños" en el proceso decisorio no es bueno porque las decisiones tienen que tomarse rápidamente, a lo largo de un fin de semana".
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró, sin embargo, que el proceso de decisión será "mucho más rápido y mucho más concluyente de lo que pueda parecer ahora".
Noonan también defendió que el fondo único de liquidación bancaria, que se formará dentro del mecanismo, junto con una autoridad única de resolución, "tiene que tener un cortafuego y éste tiene que ser importante".
Lo mismo opinó su homólogo francés, Pierre Moscovici, quien pidió un mecanismo "funcional" y un "sistema de toma de decisiones que sea eficaz y lo más sencillo posible", además de conceder a la CE un papel mayor en el proceso de decisión.
También abogó por un fondo único verdadero, aunque esté compuesto durante un periodo transitorio de diez años por compartimentos nacionales y por "un sistema de cortafuegos".
El borrador de la declaración que estudian los ministros sobre esos cortafuegos indica que, para el caso de que el fondo no esté todavía financiado en su totalidad y surjan quiebras mientras tanto, debe haber un "sistema de financiación puente".
Durante el periodo en que se llenen los compartimentos nacionales y, en consecuencia, el fondo con aportaciones de los bancos de cada país, esa financiación puente "será inicialmente disponible a través de los recursos nacionales o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sobre una base caso por caso".
Además, se creará un "cortafuegos común" durante el periodo transitorio.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, recalcó, no obstante, que "no habrá una línea de crédito general para todo el mundo. Eso no lo habrá".
Schäuble se mostró más pesimista que sus colegas sobre un posible acuerdo y defendió la insistencia de Berlín de que haya un tratado intergubernamental para la creación del fondo único y la transferencia de recursos ante las críticas de Rehn y de la Eurocámara.
"No somos los inventores de los acuerdos intergubernamentales, pero si no se pueden cambiar ahora los Tratados de la UE, será mejor que nada" para ajustarse al derecho necesario, señaló Schäuble, que señaló que esa circunstancia tampoco la puede cambiar la Eurocámara.
"Hoy lo intentaremos de nuevo para que quizás mañana podamos cerrar el mecanismo. Es difícil. Hemos avanzado bien, pero permanecen varias diferencias y tenemos que ver si llegamos a un terreno común", sostuvo. EFE
cae-mtm/emm/cga
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, expresó a su llegada a la reunión su esperanza de que la cita a Diecisiete sirva para facilitar un acuerdo mañana en el Ecofin, mientras que el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Economía, Olli Rehn, pidió a los países "recorrer la última milla" para lograr "un acuerdo esta semana".
"Hay todavía algunos asuntos abiertos y trataremos de cerrarlos entre hoy y mañana porque creo que está en el interés de todos hacer este último esfuerzo", señaló Rehn.
Por su parte, el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, responsable del dossier, instó a los países a "asumir cada uno su responsabilidad" para lograr un acuerdo el miércoles en la cita del conjunto de los ministros de Economía de la Unión Europea (UE).
Ello permitirá comenzar en enero las negociaciones con la Eurocámara, que hoy ya estableció su posición.
Barnier reiteró que, a su juicio, el texto actual que ya tiene el respaldo pleno de Alemania, Francia, Italia, Holanda y España, "es demasiado complejo", al requerir varios pasos hasta la decisión final sobre si se liquida o no un banco y deja además a la CE un papel limitado en favor de un peso mayor de los países.
En la misma línea el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya se declaró el lunes "preocupado por que el proceso de decisión sea demasiado complejo y los mecanismos de financiación no sean los adecuados".
"He dicho que quería un sistema eficaz y que funcione", señaló Barnier, quien recibió el apoyo del ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, para quien "poner demasiados peldaños" en el proceso decisorio no es bueno porque las decisiones tienen que tomarse rápidamente, a lo largo de un fin de semana".
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró, sin embargo, que el proceso de decisión será "mucho más rápido y mucho más concluyente de lo que pueda parecer ahora".
Noonan también defendió que el fondo único de liquidación bancaria, que se formará dentro del mecanismo, junto con una autoridad única de resolución, "tiene que tener un cortafuego y éste tiene que ser importante".
Lo mismo opinó su homólogo francés, Pierre Moscovici, quien pidió un mecanismo "funcional" y un "sistema de toma de decisiones que sea eficaz y lo más sencillo posible", además de conceder a la CE un papel mayor en el proceso de decisión.
También abogó por un fondo único verdadero, aunque esté compuesto durante un periodo transitorio de diez años por compartimentos nacionales y por "un sistema de cortafuegos".
El borrador de la declaración que estudian los ministros sobre esos cortafuegos indica que, para el caso de que el fondo no esté todavía financiado en su totalidad y surjan quiebras mientras tanto, debe haber un "sistema de financiación puente".
Durante el periodo en que se llenen los compartimentos nacionales y, en consecuencia, el fondo con aportaciones de los bancos de cada país, esa financiación puente "será inicialmente disponible a través de los recursos nacionales o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sobre una base caso por caso".
Además, se creará un "cortafuegos común" durante el periodo transitorio.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, recalcó, no obstante, que "no habrá una línea de crédito general para todo el mundo. Eso no lo habrá".
Schäuble se mostró más pesimista que sus colegas sobre un posible acuerdo y defendió la insistencia de Berlín de que haya un tratado intergubernamental para la creación del fondo único y la transferencia de recursos ante las críticas de Rehn y de la Eurocámara.
"No somos los inventores de los acuerdos intergubernamentales, pero si no se pueden cambiar ahora los Tratados de la UE, será mejor que nada" para ajustarse al derecho necesario, señaló Schäuble, que señaló que esa circunstancia tampoco la puede cambiar la Eurocámara.
"Hoy lo intentaremos de nuevo para que quizás mañana podamos cerrar el mecanismo. Es difícil. Hemos avanzado bien, pero permanecen varias diferencias y tenemos que ver si llegamos a un terreno común", sostuvo. EFE
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