Shanghái (China), 26 nov (EFE).- La fabricante automovilística china BAIC, que acaba de ser la primera firma del sector en su país con participación extranjera tras anunciarse la semana pasada que su socia alemana Daimler pasa a controlarla en un 12 por ciento, ha anunciado ahora la absorción de una empresa rival china, Changhe.
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, la Corporación Industrial Automovilística de Pekín (BAIC, en sus siglas internacionales) acaba de acordar pagar 80 millones de yuanes (9,7 millones de euros, 13,1 millones de dólares) por un 70 por ciento de esta pequeña fabricante de la provincia suroriental de Jiangxi.
El 30 por ciento de la compañía, una de las que engrosan el casi centenar de marcas locales chinas que se estima que desaparecerán o serán absorbidas en los próximos años, permanecerá en manos de la Compañía Provincial de Operación de Activos de Empresas Estatales de Jiangxi, en alianza con BAIC y el gobierno local al que pertenece.
La incorporación de Changhe al grupo BAIC está destinada a intentar reavivar este fabricante de vehículos de pequeño tamaño, después de que tras otros cuatro años de alianza con Changan, uno de los gigantes chinos del sector, no fuera posible impulsar su crecimiento de la manera deseada.
El acuerdo alcanzado supone la inversión conjunta, por parte de BAIC y del gobierno de Jiangxi, de unos 13.000 millones de yuanes entre 2014 y 2017 (1.576 millones de euros, 2.133 millones de dólares) para doblar la actual capacidad de producción de la compañía hasta cerca de medio millón de unidades al año.
Eso debería aumentar también sus ingresos anuales hasta los 50.000 millones de yuanes (6.065 millones de euros, 8.206 millones de dólares), según los objetivos acordados por todas las partes.
Además, entre 2018 y 2020 planean invertir otros 14.000 millones de yuanes (1.698 millones de euros, 2.297 millones de dólares) para seguir incrementando la capacidad de producción hasta un millón de unidades, con ingresos anuales de unos 100.000 millones de yuanes (12.130 millones de euros, 16.412 millones de dólares).
En la actualidad Changhe tiene dos plantas de producción, en las ciudades de Jingdezhen y Jiujiang, con una capacidad conjunta de 270.000 unidades al año, aunque pese a su incorporación al grupo Changan en 2009 ha estado sufriendo un débil número de ventas, además de escasez de fondos y el peso de una tecnología anticuada.
Para poder buscar un nuevo inversor, Change tuvo que reestructurar su capital y reconvertirse en una filial al 100 por cien de la gestora de activos estatales provincial de Jiangxi.
A su vez, Daimler compró la semana pasada un 12 por ciento de BAIC por 625 millones de euros (845 millones de dólares), lo que da a los alemanes dos sillas en el consejo de administración de la firma estatal china.
El presidente ejecutivo de Daimler, Dieter Zetsche, dijo entonces que ha sido una "inversión estratégica" que demuestra su "compromiso a largo plazo" con BAIC y con el mercado chino, y el sábado añadió públicamente que en caso de recibir una oferta de inversión china en la firma, sería bien recibida.
"Una inversión china sería bienvenida, aunque no la estemos buscando desesperadamente, porque es mejor para nosotros cuando China está interesada en nuestro destino", indicó, según recogió la prensa local de Shanghái este fin de semana.
Para que eso ocurra, matizó, el hipotético inversor chino tendría que comprar su participación en el mercado, ya que "ninguna otra transacción" se vería implicada en el proceso.
La entrada de Daimler en BAIC, su socia en el mercado chino, coincide con sus esfuerzos de reavivar sus operaciones en el país, mercado donde está quedándose por detrás de sus rivales directas alemanas BMW y Audi. EFE
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, la Corporación Industrial Automovilística de Pekín (BAIC, en sus siglas internacionales) acaba de acordar pagar 80 millones de yuanes (9,7 millones de euros, 13,1 millones de dólares) por un 70 por ciento de esta pequeña fabricante de la provincia suroriental de Jiangxi.
El 30 por ciento de la compañía, una de las que engrosan el casi centenar de marcas locales chinas que se estima que desaparecerán o serán absorbidas en los próximos años, permanecerá en manos de la Compañía Provincial de Operación de Activos de Empresas Estatales de Jiangxi, en alianza con BAIC y el gobierno local al que pertenece.
La incorporación de Changhe al grupo BAIC está destinada a intentar reavivar este fabricante de vehículos de pequeño tamaño, después de que tras otros cuatro años de alianza con Changan, uno de los gigantes chinos del sector, no fuera posible impulsar su crecimiento de la manera deseada.
El acuerdo alcanzado supone la inversión conjunta, por parte de BAIC y del gobierno de Jiangxi, de unos 13.000 millones de yuanes entre 2014 y 2017 (1.576 millones de euros, 2.133 millones de dólares) para doblar la actual capacidad de producción de la compañía hasta cerca de medio millón de unidades al año.
Eso debería aumentar también sus ingresos anuales hasta los 50.000 millones de yuanes (6.065 millones de euros, 8.206 millones de dólares), según los objetivos acordados por todas las partes.
Además, entre 2018 y 2020 planean invertir otros 14.000 millones de yuanes (1.698 millones de euros, 2.297 millones de dólares) para seguir incrementando la capacidad de producción hasta un millón de unidades, con ingresos anuales de unos 100.000 millones de yuanes (12.130 millones de euros, 16.412 millones de dólares).
En la actualidad Changhe tiene dos plantas de producción, en las ciudades de Jingdezhen y Jiujiang, con una capacidad conjunta de 270.000 unidades al año, aunque pese a su incorporación al grupo Changan en 2009 ha estado sufriendo un débil número de ventas, además de escasez de fondos y el peso de una tecnología anticuada.
Para poder buscar un nuevo inversor, Change tuvo que reestructurar su capital y reconvertirse en una filial al 100 por cien de la gestora de activos estatales provincial de Jiangxi.
A su vez, Daimler compró la semana pasada un 12 por ciento de BAIC por 625 millones de euros (845 millones de dólares), lo que da a los alemanes dos sillas en el consejo de administración de la firma estatal china.
El presidente ejecutivo de Daimler, Dieter Zetsche, dijo entonces que ha sido una "inversión estratégica" que demuestra su "compromiso a largo plazo" con BAIC y con el mercado chino, y el sábado añadió públicamente que en caso de recibir una oferta de inversión china en la firma, sería bien recibida.
"Una inversión china sería bienvenida, aunque no la estemos buscando desesperadamente, porque es mejor para nosotros cuando China está interesada en nuestro destino", indicó, según recogió la prensa local de Shanghái este fin de semana.
Para que eso ocurra, matizó, el hipotético inversor chino tendría que comprar su participación en el mercado, ya que "ninguna otra transacción" se vería implicada en el proceso.
La entrada de Daimler en BAIC, su socia en el mercado chino, coincide con sus esfuerzos de reavivar sus operaciones en el país, mercado donde está quedándose por detrás de sus rivales directas alemanas BMW y Audi. EFE