Madrid, 13 nov (.).- La Federación Nacional de Asociaciones inmobiliarias (FAI) aboga por recuperar, a corto plazo, cerca de 200.000 viviendas del parque existente de vivienda usada para alquiler de larga estancia.
De esta manera, la administración puede responder a la elevada demanda, al tiempo que evita que cerca de un millón de personas, de los 9 millones que viven de alquiler actualmente, queden excluidas del mercado si continua el ritmo de destrucción de oferta actual, según señala su presidente, José María Alfaro.
En un comunicado, la federación indica que la demanda ha crecido a un ritmo anual del 26,3 % a nivel nacional, mientras, mientras que el inventario de la oferta de vivienda del alquiler de larga estancia ha caído un 36,28 %, según los últimos datos actualizados de octubre.
La retirada de viviendas para arrendamiento a largo plazo se ha agravado desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda y su consecuente temor a la declaración de zonas tensionadas y límite de precios, según reporta el 72,7 % de las agencias inmobiliarias preguntadas.
También sitúan esta caída en la aprobación de la LAU de 2019, con la duración de los contratos y limitación las garantías exigibles para los inquilinos (13,4 % de las agencias). Otros factores que ponen sobre la mesa, aunque en menor medida, son las nuevas demandas de tipos de vivienda tras la pandemia, (4,3 %).
Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, el 30,6 % de las agencias indica que los propietarios endurecen los requisitos exigibles a los potenciales inquilinos de alquiler habitual ante el miedo y riesgo de impagos, el 21,4 % indica que suben el precio de la renta para atenuar la demanda y el 15,4 % señala que trasladan su vivienda al mercado del alquiler temporal.
Otros efectos, según el 9,3 % de las agencias, es la autogestión evitando tener que contratar los servicios de una agencia, el 5,9 % dice que retiran su vivienda del mercado tras el vencimiento del contrato en vigor, el 5,6 % que trasladan su vivienda al mercado de alquiler turístico y el 1 % que sacan su vivienda al mercado de alquiler de larga duración por los incentivos fiscales.
Alfaro insiste en que el desequilibrio entre oferta y demanda, motivado por la falta de 'stock' en las principales ciudades o capitales de provincia, ha provocado una tensión sin precedentes en el mercado del alquiler, con el consecuente incremento de los precios de renta, tres y cuatro veces por encima de la inflación en los últimos 5 años.
FAI propone créditos "blandos" para la rehabilitación de viviendas que sean destinadas al alquiler de vivienda habitual por un mínimo determinado; extender los avales ICO al mercado del alquiler para cubrir impagos; ofrecer mayor seguridad al propietario; crear un sistema público que administre la vivienda existente privada garantizando el cobro de la renta al propietario; oficinas de resolución extrajudicial ante impagos o la conversión de cambio de uso de viviendas para que puedan destinarse al arrendamiento.