Madrid, 17 mar (EFE).- La caída de la demanda interna es el principal factor de riesgo que amenaza el crecimiento económico mundial y el que en mayor medida ha influido para mal en el sentimiento de los analistas de Fidelity, gestora de fondos presente en cuatro continentes.
En la última encuesta a sus analistas de deuda corporativa y renta variable, que cubren un 80 % de la capitalización bursátil mundial, la gestora ha detectado un empeoramiento en el sentimiento de éstos, que ven con recelo la caída del consumo privado.
Y el consumo privado debería ser el motor del crecimiento mundial, amenazado por el aumento de la incertidumbre procedente de la delicada situación de los mercados emergentes, de China y de conflictos geopolíticos con focos en Rusia y Oriente Medio.
Al tratarse de una encuesta mundial, no distingue países sino regiones, por lo que no incluye posibles riesgos procedentes de la inestabilidad política, pero los expertos de la gestora admiten que el "Brexit", la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, tendría fuertes repercusiones en los mercados, sobre todo en el británico, y en su moneda, que sufriría un fuerte castigo.
Otro punto que preocupa es la brecha, cada vez mayor, entre la evolución de los países desarrollados y los emergentes, algunos, como Brasil, con enormes dificultades, aunque ello no implica que no haya oportunidades de inversión.
Menos importancia atribuyen los encuestados al entorno de bajos tipos de interés, sobre todo en Europa, algo que ya estaba descontado.
Lo que sí preocupa algo más y ha tenido ya consecuencias visibles e indeseadas es el efecto que la caída del precio del petróleo ha tenido en las carteras de algunos de los mayores fondos soberanos del mundo, como los de Noruega o Arabia Saudí, que en los últimos meses han retirado fondos, algo que se ha notado sobre todo en las bolsas durante los primeros meses del año.
La previsión de los analistas de Fidelity es que el precio del petróleo se estabilice y deje atrás los vaivenes de los últimos meses, con lo que se reducirá la volatilidad de los mercados.
Japón es la región preferida por Fidelity, ya que tras años de estancamiento las medidas económicas del primer ministro Shinzo Abe, los "abenomics", han comenzado a notarse; por detrás figuran Europa, Estados Unidos, Asia-Pacifico y China.
En Europa el crecimiento será "lento pero constante", con los balances de las empresas ya muy saneados y el apoyo permanente del Banco Central Europeo (BCE).
En Estados Unidos la situación es ligeramente distinta, con un nivel de crecimiento que se modera y tasas de consumo interno no tan altas como cabría prever por la caída del precio del petróleo, que ha puesto en los bolsillos estadounidenses una liquidez que sólo en parte se ha destinado al consumo.
Pero las perspectivas en Estados Unidos son buenas, una vez corregida la burbuja inmobiliaria y el endeudamiento de los hogares, que en 2007 representaba un 98 % del PIB y en 2015, un 79 %.
Por lo que respecta a China, su adaptación a un sistema convencional de mercado "traerá sustos", pero de ningún modo habrá un "aterrizaje forzoso"; el país se está adaptando y los hábitos de consumo están evolucionando hacia un modelo más europeo.