Shanghái (China), 28 mar (.).- La filial de vehículos eléctricos del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande (HK:3333) registró en 2023 unas pérdidas netas de 11.934 millones de yuanes (1.651 millones de dólares, 1.530 millones de euros), un 56,85 % menos que en el año anterior.
En la cuenta de resultados que remitió anoche a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, Evergrande New Energy Vehicle indicó que multiplicó por diez su facturación hasta unos 1.340 millones de yuanes (185 millones de dólares, 172 millones de euros), aunque sus costes también fueron seis veces mayores.
Si bien las ventas de vehículos y partes crecieron un 52 % hasta unos 204 millones de yuanes (28 millones de dólares, 26 millones de euros), la facturación derivada de ventas inmobiliarias representó casi un 85 % del total de ingresos de la compañía.
Al cierre de diciembre, Evergrande NEV había producido 1.700 unidades de su primer vehículo, el Hengchi 5, y entregado casi 1.400.
Las acciones de la subsidiaria en Hong Kong subieron hoy un 5,36 %, aunque todavía se sitúan un 75,4 % por debajo de su nivel de hace un año y han perdido prácticamente todo su valor (-99,57 %) desde su último pico, de abril de 2021.
Evergrande NEV, que en septiembre de ese año canceló sus planes para salir a bolsa también en Shanghái ante la falta de liquidez para mantener todas sus operaciones, fue señalada por el fundador del grupo, Xu Jiayin, como la gran esperanza para salvar al conglomerado, ya que el directivo aseguró que lo reorientaría para centrarse en el sector de los eléctricos en la siguiente década.
"Garantizar la supervivencia"
No obstante, el futuro de la compañía está en duda después de que la Justicia hongkonesa ordenase a finales de enero la liquidación de Evergrande en favor de sus acreedores extranjeros, un dictamen que abre un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos, ya que el sistema judicial de la antigua colonia británica está separado del chino en virtud de su estatuto de semiautonomía.
En su cuenta de resultados, Evergrande NEV indicó que ha suspendido la producción en su fábrica de Tianjin (norte) por "cuestiones financieras" y anunció que hará "todos los esfuerzos posibles" por conseguir inversores estratégicos que aporten los fondos necesarios para "garantizar su supervivencia".
Ante sus problemas de liquidez -apenas contaba con el equivalente a unos 18 millones de dólares o 17 millones de euros en efectivo al cierre del ejercicio-, la compañía sigue "negociando de forma activa" con varios bancos para prorrogar el vencimiento de las deudas que ha de abonar antes del cierre del presente año.
Evergrande, con un pasivo de unos 330.000 millones de dólares, entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas.
El grupo, convertido en la principal cara visible de la crisis inmobiliaria en China, se vio sumido el año pasado en una nueva crisis después de que Xu fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".