Madrid, 29 mar (EFE).- El consorcio aeronáutico europeo EADS entregará a Francia antes de que termine el segundo trimestre de año en Sevilla, al sur de España, la primera unidad del avión militar A400M, poniendo así fin a un largo y accidentado proceso que comenzó en 1982.
Fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien avanzó el pasado martes en París, tras la entrevista que mantuvo con el presidente francés, François Hollande, que será en los próximos meses cuando en la capital andaluza se entregará esa primera aeronave.
Un hecho que puso como ejemplo de la colaboración existente en países europeos como España y Francia.
El origen del A400M se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules, fabricado en Estados Unidos por Lockheed.
Las empresas originales fueron la francesa Aérospatiale, la inglesa British Aerospace, la alemana MBB-DASA y Lockheed, que abandonó el proyecto pocos años después, en 1987, cuando la española Construcciones Aeronáuticas SA (CASA) ya se había unido al grupo.
En el año 2000, las tres empresas -francesa, alemana y española- se fusionaron para crear el consorcio European Aeronautic Defence and Space Company (EADS), que pasó a dirigir la creación del A400M desde su división Airbus y que, finalmente, preparó un contrato inicial en 2003.
En total, siete países se comprometieron a la compra de 180 unidades por un valor conjunto de 20.000 millones de euros: Alemania (60 unidades), Francia (50), España (27), Reino Unido (25), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1).
La construcción y montaje del avión se inició en 2007 en la planta de CASA en Sevilla, lo que ha supuesto la creación de más de 6.000 puestos de trabajo desde entonces mediante la participación de más de 800 empresas.
Sin embargo, el proceso de desarrollo de la aeronave ha sufrido numerosas turbulencias desde entonces, que han supuesto un retraso de más de cuatro años en los plazos originales, que planeaban la entrega de los primeros aviones en 2009.
Unos problemas con los motores del A400M obligaron a retrasar dos años el primer vuelo de pruebas, que finalmente se celebró el 11 de diciembre de 2009, en un acto presidido por el Rey Juan Carlos en el aeropuerto sevillano de San Pablo.
Estos retrasos provocaron a Airbus un sobrecoste de 11.000 millones de euros, por lo que la aeronáutica amenazó con cancelar el proyecto si no recibía un apoyo económico adicional de los países compradores para cubrir parte ese coste.
Así, en marzo de 2010 los estados compradores acordaron conceder a EADS un crédito de 1.500 millones de euros, de los cuales 225 corresponden a España, y que deben ser devueltos antes del año 2040.
A partir de entonces, el avión pasó por numerosas pruebas, entre ellas ensayos de vuelo continuo durante varios días, aterrizajes en agua y resistencia a temperaturas de más de veinte grados bajo cero.
Durante esas pruebas se detectaron varios errores de diseño y funcionamiento que obligaron a posponer la entrega del primer avión a las Fuerzas Aéreas francesas, prevista para diciembre de 2012, hasta el tercer trimestre de este año.
Finalmente, el A400M recibió la Certificación de Tipo civil de la Agencia Europea de Seguridad Aérea el pasado 14 de marzo y espera recibir la certificación militar para la entrega definitiva del primer aparato antes del verano, tal y como avanzó Rajoy en su visita a París el pasado martes.
Se espera que España comience a recibir las unidades que ha adquirido de este avión en 2015, cuando la compañía prevé alcanzar el nivel de producción estándar de entre veinticinco y treinta unidades al año. EFE