El Gobierno italiano ha revisado sus planes de gasto. Es su último intento para amortiguar las tensiones presupuestarias que mantenía con la UE y evitar sanciones por el deterioro de sus finanzas públicas.
El primer ministro, Giuseppe Conte, ha apuntado este martes que el déficit presupuestario de Italia para 2019 cumplirá con el objetivo del 2,04% del Producto Interior Bruto, por debajo del más holgado 2,4% que se había previsto en abril.
"Lo mejor que podemos transmitir a los italianos es que no estamos recortando la asistencia social ni nada de eso, sino que se trata simplemente de que hemos tenido ingresos más altos, además, gracias a unas estimaciones muy cuidadosas, hemos podido ahorrar en algunos gastos. Estamos poniendo sobre la mesa un ajuste de nuestras cuentas, sin ninguna consecuencia para los ciudadanos", ha subrayado el primer ministro italiano.
Bruselas ha apuntado, según fuentes oficiales, que necesita aclaraciones sobre cuáles son los planes fiscales de Italia antes de decidir si cancela el procedimiento disciplinario que preparaba para el país. Se espera que La Comisión tome una decisión en la reunión de este miércoles.