Por Nathan Allen y Marco Trujillo
MADRID, 18 mar (Reuters) - Decenas de miles de alemanes están preparando escapadas de última hora hacia las soleadas islas españolas, lo que genera cierta irritación entre bastantes españoles, que no pueden hacer lo mismo debido a la prohibición de viajar.
"No tiene ningún sentido que en España no podamos movernos entre regiones, pero que cualquier extranjero sí pueda entrar... y contagiar", comenta Emilio Rivas, de 23 años, que vive en Madrid.
Este joven asesor fiscal quería pasar las vacaciones fuera de su ciudad, pero debe quedarse en casa porque España ha prohibido los desplazamientos entre comunidades autónomas durante la Semana Santa para evitar que se repita el pico de contagios que se produjo cuando se suavizaron las restricciones en Navidad.
En cambio, los turistas procedentes de países europeos con mayores tasas de infección, como Francia o Alemania, pueden volar para pasar las vacaciones siempre que den negativo en las pruebas de detección de coronavirus, algo que incluso el alto cargo de Sanidad, Fernando Simón, ha calificado de "incongruente".
En cuanto Berlín levantó la semana pasada la exigencia de cuarentena para los viajeros que regresaban de las islas Baleares, se disparó la demanda de vuelos hacia el archipiélago, y los turistas de Francia y otros países también se dejaron ver por las calles de Madrid.
Sin embargo, el Gobierno alemán sigue desaconsejando los viajes no esenciales. "La ausencia de una alerta de viaje no es una invitación a viajar", dijo una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de esta semana.
La jubilada madrileña Angelines Ruiz lamenta tener que quedarse en casa tras cancelar un viaje a Extremadura.
"Encima tengo miedo de ir a cualquier sitio por si me contagia uno de estos franceses o alemanes", dijo Ruiz, de 76 años.
La tasa de contagio en España es la más baja desde agosto.
NO HAY BARRA LIBRE
A pesar de las quejas generalizadas entre los españoles, el regreso de los alemanes que buscan el sol supondrá una bocanada de aire fresco para el maltrecho sector turístico, después de que el numero de visitantes extranjeros cayera en 2020 un 80%, hasta los 19 millones, el nivel más bajo desde 1969.
La contribución del sector al producto interior bruto se redujo en 2020 hasta quedar entre el 4% y el 5%, según las estimaciones del centro de estudios Funcas, frente al 12% de 2019.
En Alemania, los hoteles y los alquileres vacacionales tienen prohibido ofrecer alojamiento a los turistas, lo que deja como única opción las vacaciones en el extranjero.
La aerolínea de bajo coste Eurowings, propiedad de Lufthansa (DE:LHAG), incorporó 300 vuelos suplementarios desde toda Alemania a Mallorca para Semana Santa, en respuesta a un aumento de las reservas que se han multiplicado por cuatro tras el levantamiento de la cuarentena, mientras que Ryanair (LON:RYA) anunció 200 conexiones adicionales a Mallorca y Alicante.
TUI (DE:TUIGn) Alemania dijo haber registrado el doble de reservas para esta Semana Santa respecto a los niveles de 2019, y algunos de los hoteles de la compañía en Mallorca ya estaban totalmente reservados.
El jefe de comunicación de TUIfly, Aage Duenhaupt, aseguró que la afluencia no supondrá ninguna perturbación y que las discotecas de los complejos turísticos alemanes permanecerán cerradas.
"No habrá fiestas", dijo. "Incluso han cancelado el alcohol gratuito en los hoteles con todo incluido".
En respuesta al repentino aumento de las reservas, las autoridades baleares dijeron que dan la bienvenida a la nueva oleada de turistas y que harán cumplir estrictamente la obligación de dar negativo en el test de PCR.
"No es un problema que la gente venga a las Islas Baleares. Hacemos pruebas a todo el mundo y seguiremos haciéndolas mientras la seguridad sanitaria lo requiera", dijo una portavoz del departamento de salud.
En el aeropuerto de Düsseldorf, los viajeros que se dirigen a Baleares se muestran comprensivos con el descontento de los españoles.
"Puedo entender totalmente cómo se sienten los españoles, viajar en tiempos de coronavirus es realmente un privilegio", dijo antes de salir hacia Mallorca la pasajera Donata, que no dio su segundo nombre. "Todo esto es un poco irresponsable".
(Información de Nathan Allen y Marco Trujillo en Madrid; Ilona Wissenbach, Tanya Wood y Maria Sheahan en Alemania; editado por Ingrid Melander y Alexandra Hudson; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)