(Actualiza la información con más comentarios de Fitch)
Madrid, 12 jun (EFE).- La agencia de medición de riesgos Fitch ha aplicado hoy una bajada masiva de la calificación de la deuda a largo plazo de 18 bancos españoles, después de que ayer recortara en dos escalones la de los dos mayores grupos, el BBVA y el Santander.
En una nota, la firma justifica su decisión en la propia bajada de la calificación de España la pasada semana, y en el posible deterioro de la cartera crediticia de algunos bancos si la situación económica empeora.
"Es particularmente cierto para aquellos bancos cuya cartera crediticia está fuertemente expuesta al sector de la construcción e inmobiliario, y a los que tienen una escasa base de capital", ha apuntado Fitch en un comunicado.
Con las rebajas generalizadas, la deuda a largo plazo de Banco Popular, el grupo BMN, Liberbank, el Banco Castilla La Mancha, Unicaja y Cajamar se quedan con un aprobado bajo, a un paso del "bono basura" (BBB-).
De este grupo, la entidad peor parada es Unicaja, ya que la rebaja de Fitch es de tres escalones; seguida de Liberbank, el Banco Castilla La Mancha y Cajamar, con dos peldaños; y en menor medida el Popular y el grupo BMN, con una muesca.
La calificación del Banco Popular se mantiene en perspectiva negativa y Fitch amenaza con volver a rebajar las notas de BMN, Liberbank y el Banco Castilla La Mancha, ya que las tres entidades están bajo vigilancia.
La misma amenaza se mantiene sobre otras cinco entidades: La Caixa; Unicaja y Cajamar; Banco Guipuzcoano; y Banco Sabadell, ya que Fitch está analizando la compra del Banco CAM por parte de la entidad catalana.
Con un aprobado, BBB, igual que la calificación de la deuda a largo plaza del Reino de España, se quedan CaixaBank y La Caixa; Banca Cívica; Bankia; Banco Sabadell y Banco Guipuzcoano; la CECA; el Banco Cooperativo; KutxaBank y BBK Bank CajaSur; Caja Laboral; y el grupo cooperativo Ibérico.
De todas estas entidades, las que sufren un mayor recorte por parte de Fitch, de dos escalones, han sido CaixaBank y La Caixa; KutxaBank y BBK Bank CajaSur.
Fitch recuerda un día más que ha llevado a cabo unas pruebas de estrés, tanto en el sector bancario español en su conjunto como a las entidades individualmente, en las que detectó unas necesidades de capital entre 50.000 y 60.000 millones de euros.
La agencia argumenta que la crisis ha contribuido a la mayor aversión al riesgo del mercado sobre la deuda española y ello ha dificultado y encarecido el acceso a la financiación de los bancos españoles.
Además, sus previsiones para España no son nada optimistas, pues cree que el país seguirá en recesión durante el resto de este año y en 2013, mientras antes pensaba que en ese ejercicio la economía comenzaría una leve recuperación.
En opinión de Fitch, la debilidad de la economía española seguirá afectando al negocio de las entidades que, al mismo tiempo, tendrán que aumentar sus provisiones para cumplir con las nuevas exigencias del Gobierno. EFE