Por Andrés González
BARCELONA (Reuters) - Miles de personas abarrotaron el viernes a mediodía la Plaza de Catalunya de la capital catalana durante una concentración encabezada por responsables políticos para homenajear a las víctimas de los atentados en Barcelona y Cambrils, que terminó con gritos en catalán de "no tinc por" ("no tengo miedo").
Las fuerzas de seguridad mantenían activa en Cataluña una gran operación antiterrorista tras dos atentados perpetrados por supuestos islamistas que por el momento se han cobrado la vida de 14 personas y han dejado al menos un centenar de heridos, con víctimas de 34 nacionalidades diferentes.
Las máximas autoridades del Estado presentes en Barcelona, el rey Felipe VI, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, llegaron juntas a la concentración, ofreciendo la primera imagen de unidad institucional desde que se produjeron los atentados.
Responsables de todo el espectro político estuvieron rodeados de miles de ciudadanos que acudieron a observar un minuto de silencio, con unos aplausos posteriores que se transformaron de forma espontánea en gritos de "no tengo miedo".
"La respuesta de la gente en Barcelona ha sido inmensa, impresionante. Esta es la derrota del terrorismo, el grito espontáneo de #notincpor", dijo Puigdemont en su cuenta de Twitter.
Por su parte, Rajoy agradeció en la misma red social "el comportamiento ejemplar de la sociedad". "Alzamos juntos la voz en defensa de la libertad #TodosSomosCataluña", dijo, añadiendo que el Gobierno de España estaba al lado de la Generalitat en estos momentos difíciles y que había trasladado "la máxima disposición" a Puigdemont.
Miles de asistentes improvisaron tras el minuto de silencio una marcha que recorrió el mortífero trayecto que hizo la furgoneta el jueves por la tarde en Las Ramblas, el corazón turístico de la capital catalana.
Muchos se congregaron alrededor de un altar improvisado con velas y flores levantado encima de un mosaico de Miró en la Plaza de la Boquería de las Ramblas, donde se quedó el vehículo del que posteriormente salió y huyó a pie el principal sospechoso al que todavía buscan las fuerzas de seguridad.