Sao Paulo, 25 jul (EFE).- La filial brasileña de la multinacional automotriz General Motors (GM) retomó hoy las operaciones en sus ocho plantas del Complejo Industrial de Sao José dos Campos un día después de haberlas suspendido debido a las tensiones en sus negociaciones con los sindicatos, según fuentes sindicales.
La multinacional estadounidense decidió normalizar la producción pese a que aún no llegó a un acuerdo sobre el futuro de 1.500 empleados de una de las ocho plantas de dicho complejo en Sao José dos Campos, a unos 100 kilómetros de Sao Paulo, que estudia cerrar.
Pese a que pretendía mantener paralizadas las operaciones hasta alcanzar un acuerdo con los sindicatos que representan a los 7.500 trabajadores del complejo, la GM optó por normalizar la producción y programar para este mismo miércoles una nueva reunión con los líderes sindicales.
El reinicio de la producción se produjo después de que el gobierno brasileño y la alcaldía de Sao José dos Campos anunciaran su intención de mediar en las negociaciones.
El Sindicato de Metalúrgicos de Sao José dos Campos convocó a los empleados de la GM a una asamblea a las 16.00 hora local (19.00 GMT) de este miércoles en la que expondrá las propuestas presentadas por la empresa en la reunión prevista para las 11.00 hora local (13.00 GMT) y en la que participarán representantes del Ministerio de Trabajo.
"En esa reunión vamos a exigir que la GM aborte cualquier plan de despido colectivo y que el Gobierno intervenga inmediatamente para garantizar los puestos de trabajo", aseguró el presidente del sindicato de metalúrgicos, Antonio Ferreira de Barros, en declaraciones a periodistas.
El líder sindical agregó que, pese a la normalización de las operaciones, el ambiente entre los trabajadores es bastante tenso.
"Todos están muy preocupados. Nadie entendió lo que la empresa hizo (suspender la producción un día). Esa decisión sorprendió a todo el mundo", afirmó.
Según Ferreira de Barros, el sindicato sólo adoptará una posición tras escuchar la posición de la GM sobre la planta que pretende cerrar y el futuro de los 1.500 empleados, así como sobre lo que el Gobierno puede hacer para revertir esa decisión.
En la nota que divulgó la víspera, la GM alegó que suspendió temporalmente las operaciones por temor a los posibles daños provocados por las protestas y las movilizaciones promovidas por los sindicatos.
"La decisión tiene como objetivo proteger la integridad física de los colaboradores mientras continúan las discusiones con los representantes sindicales con relación a la viabilidad de una de las fábricas del complejo", según el comunicado de la empresa.
La planta cuyo cierre está en estudio es la que produce los modelos Corsa Hatchback, Meriva, Zafira y Classic. EFE