Brasilia, 28 jun (EFE).- El ministro de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque, negó este lunes que el país pueda estar a las puertas de un racionamiento de energía eléctrica, pero instó a los sectores económicos y a los ciudadanos a evitar despilfarros.
"Brasil afronta una de las peores sequías de su historia", dijo Albuquerque en una inusual cadena de radio y televisión, en la que admitió que "la escasez de agua ha provocado en muchos preocupación, con la posibilidad de un racionamiento" del servicio, como ocurrió en 2001.
Sin embargo, aseguró que la red del sistema eléctrico nacional "evolucionó mucho" desde entonces y que se ha reducido la fuerte dependencia que tenía de las generadoras hidroeléctricas, con la inclusión de nuevas fuentes, como la eólica, la solar y la nuclear, entre otras.
Frente a lo que consideró la "peor sequía en los últimos 91 años", que se concentra sobre todo en las regiones centro-oeste y sur del país, el ministro indicó que su despacho trabaja con "la sociedad civil organizada y los gobiernos regionales", y que está en "diálogo permanente" con los sectores económicos.
En ese marco, explicó que, "en sociedad con la industria", será elaborado un programa de acción para aumentar la carga de trabajo en los horarios de menos demanda de energía y reducirla en momentos en que el consumo aumenta, a fin de contribuir a un mayor ahorro.
Asimismo, dijo que "es fundamental que los sectores de servicios" y de otras áreas de la economía se sumen a "ese esfuerzo", y pidió a la ciudadanía que haga "un uso consciente del agua y la energía", a fin de "evitar despilfarros" y ayudar a que se reduzca "la presión sobre el sistema eléctrico".
Según algunos especialistas, la actual sequía, que tiende a agravarse en los próximos meses, se debe a diversos factores.
Entre ellos citan el fenómeno natural de La Niña, que provoca menos lluvias en el sur de Brasil, y la deforestación amazónica, en aumento desde que, en enero 2019, asumió el poder en el país el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien promueve agresivas políticas de desarrollo en el mayor pulmón vegetal del planeta.