Roma, 9 oct (.).- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, excluyó este miércoles cualquier subida de impuestos en los próximos Presupuestos, mientras su oposición de izquierda y los sindicatos vaticinan nuevas cargas impositivas en el catastro o el combustible.
La política ultraderechista atajó las críticas con un breve vídeo desde su despacho publicado en las redes sociales: "Leo algunas declaraciones fantasiosas, según las cuales el Gobierno querría subir los impuestos a los ciudadanos. Es falso", prometió.
Y agregó: "Eso lo hacían los Gobiernos de izquierda. Nosotros los bajamos. Quiero ser clara otra vez: la cultura política de este Gobierno es reducir los impuestos".
Meloni avanzó su intención de presentar unos Presupuestos que "impulsen la economía y mejore la vida de los italianos sin pedirles nuevos sacrificios".
La oposición y los sindicatos han arremetido contra el Ejecutivo mientras se esfuerza en ultimar su Ley de Presupuestos para 2025, que deberán ser validada por la Comisión Europea y luego aprobada por el Parlamento italiano antes de que acabe el año.
La chispa la encendió el propio ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, al avanzar "sacrificios a todos", pese a matizar poco después que sabía quién podría afrontarlos, pidiendo "calma".
No obstante, en los últimos días se han filtrado algunas medidas del Gobierno que han irritado a la oposición.
Una de ellas es la equiparación de los impuestos especiales en la gasolina y el gasóleo, en concreto aumentando los que gravan al segundo, medida con la que el Estado recaudaría unos 1.000 millones de euros, según la prensa.
"Pagarán los trabajadores italianos", ha denunciado el portavoz y diputado del Partido Demócrata (PD), Arturo Scotto.
Otra hipótesis sobre la mesa es aumentar las costas catastrales a quienes hayan recurrido al 'Superbonus', un ingente programa de ayudas públicas y deducciones a las reformas de las casas para hacerlas más eficientes, sentenciado por Meloni.
Además, el ministro ha vuelto a plantear un impuesto a los beneficios extraordinarios de las empresas, de distintos sectores y no solo a la banca, como propuso en el verano del 2023, haciendo naufragar la idea.
Esta posibilidad ha tensado a los dos socios y vicepresidentes de Meloni: por un lado el ultraderechista Matteo Salvini preferiría gravar a los bancos, mientras que el otro, Antonio Tajani, liberal, se niega.
La líder del PD, Elly Schlein, acusó a la primera ministra de "mentir al país a rostro descubierto", y señaló que la igualación de los impuestos al carburante figura en el plan fiscal estructural aprobado hoy por el Parlamento antes de remitirlo a Bruselas.
"Está en la página 116", concretó la jefa de la oposición. En el texto consta el objetivo de "reorganizar los gastos fiscales" como "alinear las cuotas de impuestos especiales en diesel y gasolina".
Mientras, el mayor sindicato italiano, la CGIL, ha amenazado con una huelga general al prever el regreso a las "recetas de la austeridad" en los Presupuestos y en el plan estructural, que, según sus cálculos, supondrán un recorte anual de 13.000 millones.
El ministro de Economía, al presentar el plan hoy al Parlamento, dijo que quiere "construir una credibilidad" que permita al país financiarse pagando menos.
Entre otras cosas, el Gobierno en ese plan revisa a la baja las previsiones de este año sobre el déficit hasta el 3,8 % del producto interior bruto, frente al 4,3 indicado el pasado abril, y se fija la meta de llevar la deuda por debajo del 3 % antes de 2026.