Madrid, 14 mar (.).- El Ministerio para la Transición Ecológica ha sacado a información pública la hoja de ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales, que tiene 46 líneas de actuación para impulsar la autonomía estratégica de España gracias al suministro de materia primas autóctonas.
Según ha indicado este lunes el ministerio, esta hoja de ruta, a la que se podrán presentar observaciones hasta el 8 de abril, persigue dar respuesta a la amenaza de una nueva geopolítica de materias primas a través del apoyo a la actividad extractiva sostenible de minerales en España.
La hoja de ruta incluye instrumentos regulatorios para un nuevo marco normativo del sector, que comprenden la revisión de la normativa minera para alinearla con la economía circular, asegurar la protección ambiental e impulsar la restauración de las zonas de extracción con las mejores técnicas.
También incluye la búsqueda de un mecanismo de transparencia y trazabilidad del origen de las materias primas minerales que se importen al territorio español y la revisión de la normativa minero-industrial para fomentar proyectos integrales de cadenas de valor estratégicas.
Asimismo, la hoja de ruta contempla acciones sectoriales, entre ellas sobre escombreras, nuevos usos de huecos mineros o restauración de instalaciones de residuos mineros abandonadas.
También dentro de las acciones sectoriales, la hora de ruta recoge el compromiso de elaborar y actualizar periódicamente un listado de materias primas minerales estratégicas para la transición energética y digital.
Además, contempla acciones de apoyo a la industria transformadora de minerales para que sea más eficiente y sostenible, así como el análisis de la huella de carbono de la cadena de valor, en especial en las importaciones de minerales.
La transición hacia una sociedad climáticamente neutra en 2050 supone aumentar el consumo de ciertas materias primas minerales, según el Ministerio, que señala que para un sistema energético renovable y una economía electrificada y digital, se estima un aumento excepcional en la demanda de los minerales necesarios para las cadenas industriales hasta 2040.
En este sentido, apunta que, por ejemplo, en el caso del litio se multiplicará por más de 40 su demanda y para otras materias primas, como grafito, cobalto o níquel, en torno a 20 o 25.