Lisboa, 18 ene (EFE).- El Gobierno portugués y los grupos de la oposición de izquierda mantuvieron hoy un crispado debate en el Parlamento luso y se acusaron mutuamente de intentar crear una "crisis política" que vuelve a alimentar las especulaciones sobre un hipotético adelanto de las elecciones.
La tensión en el hemiciclo fue mayor de lo habitual debido al debate sobre los planes del Ejecutivo conservador de llevar a cabo en 2014 una reforma del Estado que le permita ahorrar 4.000 millones de euros a través de un "replanteamiento" de sus funciones.
La iniciativa ha nacido con polémica debido a que los recortes y ajustes que afectarán previsiblemente a algunos servicios públicos, tal y como ya recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe divulgado la semana pasada.
Una nueva subida de los precios de la Sanidad -que en Portugal es de copago-, la reducción de la plantilla de funcionarios y el despido de un número importante de profesores son algunas de las propuestas planteadas por el FMI.
Con el apoyo de los dos partidos en el Gobierno, el Parlamento dio vía libre a la creación de una comisión que analice las diferentes posibilidades existentes para acometer esta reforma.
Tanto socialistas como comunistas, marxistas y ecologistas (que en total representan 98 de los 230 escaños que tiene la Cámara) votaron en contra y se negaron incluso a integrar dicho grupo de trabajo por considerar que más medidas de austeridad sólo lograrán ahondar la crisis que atraviesa el país.
El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, insistió en que "el Estado social construido en las últimas décadas tiene pies de barro", por lo que hay que adaptarlo a las nuevas realidades y volverlo "real" en vez de sólo "una ilusión".
Además, se mostró crítico con el discurso del Partido Socialista (PS) por especular con la posibilidad de que se desencadene una crisis política en el país.
"El Gobierno únicamente no acabará el mandato de cuatro años si los partidos que lo apoyan (Social Demócratas y Democristianos) no lo quieren (...) Por eso, no se entiende la razón que lleva al PS a estar tan interesado en hablar de elecciones todos los días", consideró Passos Coelho.
El secretario general de los socialistas, António José Seguro, atribuyó, sin embargo, toda la responsabilidad de una posible crisis política al propio primer ministro y su ministro de Exteriores, Paulo Portas, líderes de los dos partidos del Ejecutivo, el socialdemócrata y el democristiano, respectivamente.
El debate parlamentario de hoy volvió a escenificar la brecha abierta entre el Ejecutivo y el PS, pese a que ambos negociaron y acordaron las condiciones del rescate financiero a Portugal en mayo de 2011 a cambio de duras medidas de austeridad.
En los últimos meses, los socialistas -al frente del Gobierno desde 2005 y hasta las elecciones anticipadas de junio de 2011- han elevado el tono contra la política de recortes del Gobierno y piden fomentar el crecimiento económico.
Precisamente, el consenso político en torno al programa acordado con la troika, formada por el Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI, era uno de los puntos más valorados por la UE y el FMI, que ya advirtieron de su deterioro en sus últimos informes. EFE