Por Carlos R. Cózar
Investing.com - La guerra entre los dos bandos de DIA (MC:DIDA) no da pie a la tregua. Y mientras la actual directiva y LetterOne siguen a machetazos, los inversores miran con recelo el futuro más inmediato de la compañía, que intenta sostenerse en Bolsa a la espera de la Junta de Accionistas, donde se resolverán los puntos que más controversia generan.
Es por eso que Goldman Sachs (NYSE:GS), un habitual en el accionariado de la compañía, ha puesto tierra de por medio y se ha ventilado prácticamente todas las acciones que tenía en la distribuidora. Lo ha hecho, además, por debajo del precio de la oferta que ofrece Fridman (0,67 euros).
Así, la entidad estadounidense ha pasado de tener el 5% al 0,10%, tal y como comunicó Goldman a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Cabe destacar que estos movimientos no son ni muchos nuevos en la banca de inversión para intentar especular con el precio de las acciones.
Fieles amigos ante la adversidad
Pero la relación de Goldman Sachs con DIA va mucho más allá. El banco de inversión es uno de los fieles escuderos de Míjail Fridman ya que es uno de los asesores contratados por LetterOne .
Además, Goldman Sachs, tal y como publicaba recientemente El Confidencial, recibía una dura carta de los acreedores de DIA a cuenta de la refinanciación que está planeando Fridman. Dicho documento califica de “inaceptable” la propuesta de refinanciación propuesta por LetterOne y considera que “no tiene ningún sentido ni discutirla”.
Por otra parte, la misiva también recoge que “en ausencia de un acuerdo con los bancos y en el caso de que la OPA sea exitosa, la deuda pasaría a ser exigible inmediatamente al producirse un cambio de control”.
Fridman se queda solo
Mientras la Junta Directiva intenta hacer todo lo posible para frenar los planes del magnate ruso, lo cierto y verdad, es que Fridman es la opción que más coge fuerza para poder gobernar DIA.
De momento, la Sindicadura de Accionistas de DIA está entre dos aguas y solo pide negociaciones entre ambas partes. Además, presentó un plan para pedir una ampliación exprés de 100 millones de euros e intentar salvar los muebles de la compañía. Algo, que no gusta demasiado a LetterOne y que tampoco convencía a la unanimidad del grupo de accionistas.
Este hecho, provocó un pequeño terremoto y una de las principales cabezas visibles, Pablo Gómez-Pablos, decidió abandonar la Sindicadura.
Fridman, por su parte, sigue haciendo su parte. LetterOne va cumpliendo plazos y desde Brasil llegaron buenas noticias para los intereses del grupo inversor. El Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (Conselho Administrativo de Defensa Econômica) autorizaba esta semana la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones de LetterOne sobre la cadena de supermercados DIA, en la que ostenta una participación del 29%.
LetterOne sigue diseñando un plan para DIA muy diferente al actual y de no llevarse a cabo, Fridman y su equipo cancelerá su plan de rescate para la compañía y se retirará. De producirse este hecho, DIA se verá abocado a declararse en quiebra técnica.