Los analistas de Goldman Sachs analizan la tendencia al aumento de la concentración del mercado, centrándose en tres áreas principales: el dominio del mercado estadounidense, la preeminencia del sector tecnológico y el predominio de las empresas de gran capitalización dentro de regiones específicas.
Un informe de la firma de inversión reconoce que la concentración del mercado no es automáticamente perjudicial, afirmando: "Una posición dominante en el mercado no carece de precedentes y sólo se convierte en un problema si carece de una base sólida en los fundamentos empresariales".
No obstante, Goldman Sachs subraya la importancia de la diversificación, especialmente en lo que respecta a los valores individuales, donde históricamente las empresas líderes no se han mantenido sistemáticamente a la cabeza en términos de rendimiento.
Aconsejan una estrategia clave para reducir el riesgo asociado a la concentración: "ampliar la inversión para incluir una gama más amplia de ubicaciones geográficas".
A pesar de las sólidas fortalezas empresariales subyacentes del mercado estadounidense, Goldman Sachs aboga por invertir en mercados distintos de los de Estados Unidos. Señalan que una gran similitud en las tendencias de rendimiento entre Estados Unidos y otros mercados puede reducir los beneficios de la diversificación en ciertas áreas, especialmente en Europa.
Goldman Sachs identifica perspectivas de inversión atractivas en países fuera de Estados Unidos, y afirman que una cartera diversificada globalmente, que incluya empresas de varios países, es esencial para disminuir el riesgo de concentración.
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