Atenas, 28 nov (EFE).- El Ministerio de Sanidad de Grecia dio esta tarde una vuelta de tuerca más a su conflicto con los médicos anunciando la rescisión de los contratos de 1.000 doctores adscritos al sistema público de salud (EOPYY), como respuesta a la prolongación de su huelga hasta el próximo 9 de diciembre.
Los médicos se encuentran en huelga desde este lunes contra la pretensión gubernamental de poner en la reserva laboral a 2.500 especialistas adscritos al EOPYY y hoy el sindicato que los representa anunció la extensión de la huelga hasta el 9 de diciembre en protesta por lo que considera "intransigencia" del ministro, Adonis Yeoryiadis, en las negociaciones.
Yeoryiadis había dicho en la mañana de hoy no estar dispuesto a mantener en el sector público a "gente que no es necesaria", ya que de otra forma habría que "reducir las pensiones" para disminuir el gasto. "Y eso sería inmoral", añadió en declaraciones a la radio Skaï.
Además, el ministro amenazó a los huelguistas con que, si no aceptan este plan, "habrá un plan B, que no gustará nada a los médicos".
Por la tarde y ante la decisión de los médicos de continuar la huelga, el Ministerio de Sanidad anunció que "a partir de mañana" quedan rescindidos los contratos de 1.000 doctores.
El Ministerio justificó su decisión en que los huelguistas están negándose a trabajar en los centros públicos por las mañanas pero, en cambio, sí que aceptan pacientes en sus consultas privadas por las tardes, para tratamientos que a su vez están financiados por el EOPYY.
Por otro lado, el personal administrativo de dos de las principales universidades de Grecia (la de Atenas y la Politécnica), también amenazado por los despidos, decidió hoy continuar su huelga al menos hasta el próximo martes, tras doce semanas de paro.
El ministro de Educación, Konstantinos Arvanitópulos, ha asegurado que tomará las "medidas necesarias" para que los estudiantes no pierdan el semestre académico, pero hasta ahora todos sus intentos han sido en vano, pues no ha logrado que los tribunales prohíban la huelga.
Las protestas, que también tienen lugar en otros sectores del funcionariado, son respuesta al compromiso del Gobierno con la troika de acreedores de despedir a 4.000 empleados púbicos este año y a 11.000 en 2014, y de trasladar a la llamada reserva laboral a otros 25.000.
Los administrativos y los médicos están afectados por un mecanismo que prevé que los trabajadores que han pasado a la reserva perciban por un máximo de ocho meses el 75 % de su salario, a cuyo término deben haber sido trasladados a otros puestos o serán despedidos. EFE