Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 29 dic (EFE).- Con el petróleo en mínimos históricos y Grecia volviendo al foco de la noticia como desestabilizador de la economía en Europa, Wall Street tuvo hoy un día sin rumbo fijo que acabó con un ligero descenso en el Dow Jones y un nuevo récord para el selectivo S&P 500.
Los indicadores del parqué neoyorquino estuvieron todo el día moviéndose entre la línea de la victoria y la derrota, pero sin traslucir mucha preocupación por dos temas que sí alarmaban a la economía mundial.
Por un lado, la crisis de exceso de oferta de petróleo sigue devaluando el crudo estadounidense hasta precios inimaginables hace apenas seis meses.
Hoy el barril se cobraba a 53,61 dólares, o lo que es lo mismo, el precio más bajo en los últimos cinco años, casi la mitad que el que se marcaba antes del verano.
Por otro, el viejo continente se volvía a llevar las manos a la cabeza al mirar a Grecia, el primer país que fue rescatado por la Unión Europea en la actual crisis económica, y al que el Fondo Monetario Internacional ha retirado las ayudas momentáneamente después de que su líder político, Antonis Samaras, convocara elecciones anticipadas por una nueva crisis en el gobierno.
En Grecia la bolsa bajó un 11 %, y la inestabilidad frustró al Dow Jones sus ansias de un nuevo récord, aunque no le apeó de su conquista de los 18.000 puntos. El S&P 500 y el Nasdaq solo moderaron sus subidas.
El selectivo, aunque en el último momento, situó su nueva plusmarca, la 53 en 2014, hasta los 2.090,57 enteros. El Nasdaq ganó de manera pírrica 0,05 puntos.
Es decir, los tres índices de Wall Street, incluso el Dow Jones, volvieron a cerrar en niveles altísimos, los que han caracterizado un año en el que no está tan claro que la economía se mueva al ritmo equivalente al de las cotizaciones.
Con París subiendo un 0,51 %, Londres un 0,36 % y Fráncfort un 0,05 %, Nueva York no iba a preocuparse más que las principales afectadas y redondeó una de esas jornadas en las que queda patente la emancipación de los mercados de las diatribas económicas, políticas y sociales de un mundo en constante convulsión.